Pese a disputarse a puerta cerrada, el Valencia-Atalanta de Liga de Campeones de este martes contó con un espectador de excepción. Desde el año pasado, Mestalla cuenta con la estatua de un seguidor ilustre, Vicente Navarro, que no faltó a su cita con el equipo de sus amores a pesar de perder la visión.
De este modo, el asiento 164 de la fila 15 de la tribuna central del estadio está ocupada por una figura del fallecido, quien acudí al fútbol junto a su hijo, que era quien le narraba lo que pasaba. Una historia conocida en Lugo, pues lo mismo sucede con el invidente José Real y el Breogán, equipo del que no se pierde un encuentro. Es su yerno, José Manuel Ferreiro, quien le cuenta lo que pasa sobre el parquet.
La figura de Navarro, esculpida en bronce y realizada en tamaño natural, será trasladado al nuevo campo del Valencia cuando abandone Mestalla.