Toro: "Después de un año tan difícil el trabajo ha sido recompensado"

El palista lucense confiesa que no fue consciente de sus posibilidades de conseguir medalla hasta hace tres meses, cuando él y Craviotto disputaron el Preolímpico
Saul Craviotto y Cristian Toro posan con sus medallas de oro
photo_camera Saul Craviotto y Cristian Toro posan con sus medallas de oro

El lucense Cristian Toro, que este jueves ganó el oro en la prueba de K2 sobre 200 metros de piragüismo sprint junto a Saúl Craviotto, confesó que tan sólo empezó a sentir que tenían posibilidades de medalla hace tres meses, cuando disputaron el Preolímpico. El dúo que consiguió la octava medalla española admitió que se juntaron en noviembre pasado sin muchas aspiraciones pero que, después de superar grandes dificultades y de no haberse clasificado directamente a Río 2016, comenzaron a sentir que eran competitivos cuando alcanzaron el primer lugar en el Preolímpico de Duisburgo (Alemania) en mayo pasado. "En el podio estaba con Saúl, veía a mi madre y veía a mi novia. Y después de un año tan difícil como ha sido este para ambos he liberado la tensión y con la medalla colgada al cuello he sentido que el trabajo ha sido recompensado", dijo el palista perteneciente al Club Fluvial de Lugo.

"Cuando empezamos a montar sabíamos que el barco era muy bueno y sabíamos a la velocidad que podíamos alcanzar, pero creo que sólo imaginamos esto (el oro) cuando cruzamos la meta en el Preolímpico y vimos que estábamos a nivel de pelear por una medalla", afirmó el segundo gallego que cosecha un oro al lado de Craviotto. Entonces, agregó, "al volver a España, cada entrenamiento, cada minuto que pasábamos en la piragua era pensando en llegar aquí a esta situación".


"Cada entrenamiento, cada minuto que pasábamos en la piragua era pensando en llegar aquí a esta situación", destacó el gallego


Toro incidió en que los últimos meses fueron difíciles para ambos, ya que tuvieron que luchar mucho por un lugar en Río de Janeiro. "Fue un año difícil porque no conseguimos clasificarnos y las repescas siempre son muy complicadas y, a nivel nacional, tenemos que hacer muchas pruebas para decidir las embarcaciones y, bueno, hemos tenido que pelear muchísimo primero para ir a competir al Preolímpico y después pelear para clasificarse y aquí pelear para conseguirlo. Han sido muchas pruebas", dijo.

Pero el podio lo ha compensado todo para este lucense que, además de un título olímpico, cumplió el sueño de entrenar y competir en unos Juegos con Saúl Craviotto, a quien siempre vio como su ídolo. Y es que para el palista catalán, de 31 años, la de este jueves es su tercera medalla olímpica. Una la cosechó solo y la otra, en dúo con otro compañero, casualmente también gallego. El Londres 2012 se colgó la plata en la categoría K1 200 y en Pekín 2008 el oro en K2 500 junto a Carlos Pérez Rial. Pese a ello no pierde su sencillez y avisa que la próxima semana volverá a sus funciones como policía nacional. "La semana que viene, cuando vuelva a Gijón, estaré patrullando", afirma.


Además de un título olímpico, Toro cumplió el sueño de entrenar y competir en unos Juegos con Saúl Craviotto, a quien siempre vio como su ídolo


Craviotto admitió que se sintió presionado por una medalla en Río de Janeiro pero que ahora, con dos oro y una plata, no siente que haya entrado a un grupo selecto de españoles con dos títulos olímpicos. "Presión siempre se siente. Son unos Juegos Olímpicos y en mi caso, después de haber ido a dos Juegos Olímpicos y de conseguir dos medallas, todo el mundo contaba con una tercera y siempre notas esa presión, que ya cuentan que vas a hacer medalla, como si la regalasen", dijo.

"Pero la verdad no pienso en eso (en que entró al grupo de deportistas como Rafael Nadal). Son deportes diferentes. Voy centrado en lo mío. En este momento estoy pensando en el K1, porque mañana [por el viernes] me esperan las eliminatorias. Volver a comenzar de cero. Pero no pienso en récords ni en ir a conseguir las medallas de otros", afirmó al referirse a la prueba que aún disputará en Río de Janeiro.

La pareja española, que clasificó a la final de forma directa y sin necesidad de disputar las semifinales, cruzó la línea de meta de la laguna Rodrigo de Freitas con un tiempo de 32,075, con una ventaja de 0.293 segundos por delante de los británicos, los segundos colocados. Pero ninguno de los dos está preocupado con los tiempos sino con los resultados. "Aunque no hay récords en el piragüismo de forma oficial, el miércoles en las eliminatorias conseguimos el mejor tiempo en unos olímpicos para nuestra distancia. Pero no pensábamos en eso, pensábamos en superar a los rivales. En una final olímpica no hay favoritos. Ya lo hemos visto. Hay muchos que llegan de favoritos y no consiguen ganar", aseguró Toro.

"Cruzar la meta ha sido una explosión de felicidad. Cuando miré para los lados y vi que éramos los primeros fue un alivio increíble. Mucha felicidad y alivio. Sientes paz porque todo el tiempo se ha estado sufriendo para llegar a esto y que te salga el día clave pues siente muchísimo alivio", completó Craviotto.

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