La lluvia, el techo, y el factor Murray, pensamientos de Nadal

El español se miede este sábado en las semifinales del Mutua Madrid Open con quien le arrebató el título el pasado año
El tenista británico Andy Murray celebra una victoria
photo_camera El tenista británico Andy Murray celebra una victoria

La lluvia, el techo retráctil de la pista Manolo Santana, y un Andy Murray que sabe ganar en Madrid hacen meditar al español Rafael Nadal que este sábado se mide en las semifinales del Mutua Madrid Open con quien le arrebató el título el pasado año.

Nadal solo ha perdido esa vez en tierra contra Murray en los nueve duelos disputados en esta superficie. El más reciente, en las semifinales de Montecarlo este año, ganado por el de Manacor en tres sets. Esa es la última referencia. Pero en Madrid, y si el tiempo no mejora, las condiciones pueden influir de forma positiva para el escocés, con mucha más confianza si el techo de la central de la Caja Mágica permanece cerrado.

Las previsión meteorológica para este sábado es de ligeras lluvias y cielo cubierto. Los dos jugadores miran al cielo.

El total de enfrentamientos favorece ampliamente a Nadal, que domina por, 17-6. Y a pesar de que el español ganó el primero de sus cuatro títulos de Madrid en pista cubierta (2005), prefiere jugar al descubierto, y a ser posible con buen tiempo para evitar que la bola se transforme en más pesada y por tanto más difícil de impactar y mover.

Así sacó adelante el duelo de Montecarlo contra Andy (2-6, 6-4 y 6-2) y el del jueves contra el cañonero estadounidense Sam Querrey, que en principio se iba a disputar en cubierto.

Ante el portugués Joao Sousa al que venció por 6-0, 4-6 y 6-3 en dos horas y 38 minutos, Nadal sufrió cuando el techo retráctil se cerró con 3-2 en el segundo parcial, porque además del parón de 20 minutos que acabó por enfriarle, las bolas se mojaron y se transformaron en gigantes para él.

Murray mientras, se siente como pez en el agua cuando el cielo se cubre. Es entonces cuando su saque se hace más peligroso.

"Ha sido uno de los tres o cuatro mejores partidos sobre tierra batida de mi carrera", admitió Murray tras despachar a Berdych por por 6-3 y 6-2 y clasificarse por tercera vez para las semifinales en Madrid.

Campeón también en 2008, Murray destrozó a Berdych, finalista en 2012 con una escalofriante cifra de 92 por ciento de acierto con su primer saque, con 20 ganadores, sin ceder un solo punto de rotura, y finiquitando el duelo en 76 minutos.

Berdych, verdugo del español David Ferrer en la ronda anterior, ofreció menos resistencia de la esperada y encajó la primera derrota en tierra batida ante el de Dunblane, a quien había vencido en esta superficie las tres veces anteriores.

La solidez del escocés, perfecto en los intercambios, magistral en las dejadas, complació a su segundo entrenador, el británico de origen español Jamie Delgado. "Está jugando a un gran nivel y con mucha confianza y estos partidos le motivan", concedió a EFE al comentar el duelo contra el de Manacor.

"Ha sido un buen partido. Sin puntos de rotura contra mi. Las condiciones son diferentes con el techo cerrado, pero ajusté mi juego y eso es lo que mejor me ha salido. Estoy motivado y espero el desafío contra Nadal", añadió Murray.

Mientras, el japonés Kei Nishikori salvó el pellejo de forma apurada. Estuvo a dos puntos de la derrota ante el australiano Nick Kyrgios, cuarto finalista en Estoril, cuando despertó a tiempo con 5-6 y 30/30 abajo en el segundo parcial. Finalmente venció por 6-7(6), 7-6(1), 6-3 en dos horas y 39 minutos.

Finalista en el 2014, con 26-7 como balance esta temporada, Kei se vio beneficiado por el descontrol del jugador de Camberra, verdugo del uruguayo Pablo Cuevas, y antes del suizo Stan Wawrinka.

Especialista en ganar desempates, se había hecho con los cuatro que había disputado hasta hoy, y 9-1 esta temporada. También se impuso en el primero de la tarde contra el japonés, pero se vio desbordado en el segundo por la rapidez de Nishikori, veloz en los desplazamientos y controlando el partido con duros intercambios.

Kyrgios aspiraba en convertirse en el primer australiano en alcanzar las semifinales del Masters 1.000 de Madrid y luchaba por ganar por primera vez al japonés en tres encuentros.

Sus 18 saques directos no fueron esta vez un recurso definitivo. Nishikori se colocó con una ventaja de 5-1 en el tercer set y no perdonó al final. Y ahora el japonés, finalista en Barcelona esta temporada, espera rival en el duelo final de esta noche entre el serbio Novak Djokovic y el australiano Milos Raonic.

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