Federer arremete contra la seguridad de Roland Garros por un espontáneo

Un aficionado bajó a la pista tras el partido del suizo y se hizo un 'selfie' con él
Roger Federer, tras su partido contra Alejandro Fallo
photo_camera Roger Federer, tras su partido contra Alejandro Fallo

Roger Federer abandonaba la pista central del torneo de Roland Garros tras su partido contra el colombiano Alejandro Falla cuando un aficionado con una cámara de fotos burló la seguridad del estadio y se acercó al tenista, antes de ser detenido, situación que provocó la cólera del helvético.

"No estoy nada contento, pero nada", espetó el número dos del mundo a los periodistas con el rostro firme y serio.

El jugador, idolatrado en Francia, ya había sufrido un incidente similar con varios niños la víspera durante el entrenamiento.

"De repente se encontró a mi lado. No sabía de quién se trataba y nadie reaccionaba. Es verdad que no ha pasado nada, pero es una situación que uno no quiere vivir", aseguró Federer, que vivió el incidente cuando abandonaba la pista tras ganar su duelo inicial en París por 6-3, 6-3, 6-4.

"Este tipo de situaciones no deberían suceder en una pista. La cancha es nuestro lugar de trabajo, deberíamos estar seguros en ella", señaló.

El suizo recibió las disculpas del director del torneo, Gilbert Ysern, quien expresó su deseo de que no se repitan sucesos como el de este domingo.

"Aunque no es el fin del mundo hay que reconocer que hemos cometido un error y que tenemos que hacer todo lo posible para que no se repita", afirmó Ysern ante la prensa.

El responsable de Roland Garros aseguró que "no hay motivo para cambiar el dispositivo de seguridad", pero sí para recordar a los agentes que tienen que estar más atentos.

"Ha sido un error de apreciación de los agentes, no han hecho bien su trabajo. Cada día hay más gente cerca de los tenistas y hay que tener reacciones más inmediatas", indicó.

Pero, pese a todo, Ysern matizó que la seguridad en Roland Garros es suficiente y que este incidente aislado no es una muestra de que haya un problema en el torneo.

El director del evento agregó que este incidente "nada tiene que ver con lo que sucedió con Monica Seles en 1993 en Hamburgo, caso que Federer evocó en su rueda de prensa.

"No estamos hablando de alguien que haya ido con actitud violenta. En ese caso, los agentes hubieran actuado de forma más rápida y contundente. Aquí han cometido un error de apreciación", señaló Ysern, quien indicó que desde el incidente con la tenista yugoslava el nivel de seguridad se elevó en todas las pistas.

No es la primera vez que Federer sufre un problema de este tipo en Roland Garros. En 2009, tras ganar su única Copa de los Mosqueteros, un aficionado invadió la pista para intentar envolverle en una bandera, hasta que unos segundos más tarde intervino la seguridad.

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