Fabri vuelve de una "odisea" en Bolivia

El entrenador lucense Fabriciano González Penelas, Fabri, describió su aventura boliviana en unas declaraciones para la Radio Galega, en las que dijo que no vio su salida del país hasta que se vio en el aeropuerto.

Sin ir más lejos, Fabri comentó que en el viaje de su salida de Yacuiba hasta el aeropuerto de Santa Cruz, un trayecto de más de 500 kilómetros, casi pierde el avión al encontrarse la comitiva con la que viajaba una carretera cortada a su paso por la localidad de Camiri a causa de unos violenteos disturbios originados durante unas protestas contra el alcalde. En estos altercados hubo un muerto y varios heridos, según cuenta el técnico. Ello le obligó a atravesar la ciudad caminando "durante cuatro o cinco horas" para coger otro vehículo y reemprender su travesía.

Fabri comentó que las comunicaciones en el país no solo lastraron su viaje de vuelta, sino que práctiamente toda su estancia en el Petrolero Yacuiba, dado que la ciudad en la que tiene sede se encuentra en la periferia –cerca de la frontera con Argentina– en un país de una geografía precipitada. Las salidas para sus partidos como visitantes eran viajes que podían durar "tres o cuatro días" para ir a La Paz o a Cochabamba, relata. Además, el club no cuenta con unas instalaciones adecuadas para un equipo que compita en la Primera División, dado que ante la falta de vestuarios, los jugadores se cambiaban debajo de las gradas del público, comenta el técnico.

Citó la falta de profesionalidad del club para organizar los entrenamientos. Comentó como anécdota que, en un mismo día, el club llegó a ponerle tres horas distintas y tres lugares diferentes para trabajar con la plantilla. No obstante, recalca la "profesionalidad" de sus jugadores.

El lucense cita que en la salida a Quito, en un partido de la Primera Fase de la Copa Sudamericana, contó con sólo trece jugadores. Fabri tenía contrato con el Petrolero hasta el 31 de diciembre, pero finalmente llegó a una salida amistosa con el club, con un acuerdo mediante el que cobró lo que le correspondía por el tiempo trabajado y el billete de vuelta a España.