Escoge tus zapatillas

Vas a empezar a correr y sabes que debes elegir con cuidado tu calzado. Si sigues las siguientes pautas, te resultará más fácil acertar

Zapatillas de deporte
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Como ya imaginarán, no existe una categoría de zapatillas para empezar a correr, porque dada la multitud de perfiles de corredor y la gran diversidad de objetivos, sería imposible cubrir todas las combinaciones posibles resultantes.

Pero siguiendo una serie de pautas y respondiéndonos a una serie de sencillas preguntas, lograremos tomar decisiones acertadas a la hora de elegir nuestro calzado de iniciación. En un principio hemos de tener en cuenta el número de kilómetros, si las hemos de usar también para el gimnasio o que no tengan muy clara su continuidad en este deporte... Valoraremos, pues, el hecho de que puedan usarse para andar.

Tenemos que tener en cuenta el nivel físico que presentamos, es decir, nuestro estado de forma, cuanto tiempo le vamos a dedicar al ejercicio, si tenemos o no plan de entrenamiento (este es muy importante para prevenir lesiones), etc. Una consulta con el podólogo puede ser de gran ayuda, ya que él os puede hacer un estudio dinámico del pie, convirtiendo el correr en un hábito placentero, saludable y posiblemente duradero. Además, si somos corredores de más de 30 años, fumadores o exfumadores, que hayamos sufrido o suframos alguna lesión tanto de columna como de MMII (miembros inferiores), etc., deberíamos hacer una buena valoración cardiorrespiratoria, antropométrica, ortopédica y realizar una prueba de esfuerzo básica.

MATERIAL. Vamos a hablar un poco de la equipación, ya que un breve recordatorio puede ser importante. El calcetín, lo primero que contacta con la piel del pie, debe ser sin costuras y presentar un buen ajuste y una buena capacidad para la absorción de la humedad y del sudor, evitando así la aparición de ampollas. Las camisetas técnicas pueden ser sustituidas por las de algodón (excepto en invierno, cuando deben ser térmicas), además de usar guantes y cortavientos repelentes a la lluvia. 

Muchos corredores hacen uso de aplicaciones móviles que les permiten, además de presentar sensores GPS, dotarnos de mapas, análisis de tiempos, estadísticas, informes de la actividad etc. Pueden ser motivadoras a la hora de guiarnos con entrenamientos on-line. También muchos usan la música como motivación.

En opinión de muchos veteranos, la clave de empezar a correr está en la perseverancia, en cruzar ese puente entre el deseo y la realización. Siempre (o casi) necesitaremos grandes dosis de fuerza de voluntad y motivación para salir a correr, pero aún más los primeros días. Así que paciencia para afrontar el período inicial de acondicionamiento cardiovascular y las adaptaciones de músculos, ligamentos y tendones.

A medida que avancen las jornadas de entrenamiento todo mejorará, ya que aunque estemos más cansados se producirá una adaptación fisiológica y, como consecuencia de esta un mejor estado físico. Por ello es vital encontrar un equilibrio entre carga y descanso, porque si no acabaríamos esclavizándonos física y mentalmente. 

La mejor manera de empezar a correr es intercalar caminatas enérgicas con trotes muy suaves, donde caminar adquiere una mayor proporción que correr. Poco a poco, y de manera gradual, se podrán invertir las proporciones.

DURACIÓN. Normalmente, se han de cambiar las zapatillas en torno a los 600 kilómetros, aunque cada marca deportiva suele aconsejar unos parámetros determinados. 

La suela no debe usarse como el indicador para dicho cambio, ya que el desgaste de los materiales puede estar falseado. 

Y si piensas que tus zapatillas se desgastan demasiado o antes de tiempo, acude a tu podólogo para que determine si tienes algún problema en el pie.

Consejos para una buena compra
▶ Las zapatillas han de tener una suela específica, con un diseño taqueado en waffle, ranuras o cortes de flexión, una línea longitudinal desde el talón a la puntera para guiar la pisada y materiales duraderos como el carbono, entre otros.

▶ En cuanto a la mediasuela, el material de amortiguación es importante, junto a los elementos de estabilidad, que además contribuyen al vaciado de material de la suela, con lo que también se aligera el peso total. También se logra con sistemas de amortiguación auxiliares (doble densidad).

▶ El upper o corte superior debe ser de tejido con mallas transpirables —mejor termoselladas, evitando así las costuras—, ligeras, con refuerzos, elementos de sujeción y quizás también reflectantes (nos ayudan a ser vistos con poca luz).

▶ El drop (la diferencia entre la altura del metatarso y del talón) es conveniente que sea de al menos diez milímetros.

▶ La zona del talón debe reforzarse con un contrafuerte interior para estabilizar el tobillo. Algunos modelos vienen con un tirador muy útil.

La horma adecuada
Las zapatillas más apropiadas para iniciarnos a correr quizás no sean las de materiales punteros, ni las más caras, ni las más tecnológicas, sino aquellas que nos resulten más confortables

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