"Después de Río, probablemente fui la persona más odiada en el mundo", asegura el nadador estadounidente Ryan Lochte a ESPN.com. Él y tres de sus compañeros, Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigem, se inventaron, durante la celebración de los Juegos Olímpicos del año pasado, un asalto a punta de pistola en Río de Janeiro para justificar los excesos de una noche de juerga que terminó con importantes destrozos en una gasolinera próxima a la Villa Olímpica.
El deportista habla sobre la depresión que sufrió tras el escándalo, un momento en el que llegó a pensar en el suicidio. "Hubo un par de momentos en los que estaba llorando, pensando: 'Si me voy a la cama y nunca me despierto, bien' (...) Estaba a punto de colgar toda mi vida", dijo.
En su momento, Lochte ya se disculpó por lo ocurrido.
El deportista terminará a finales de este mes con la suspensión de 10 meses que se le impuso tras lo ocurrido en Río y ahora trabaja para incorporarse a las Olimpiadas de 2020.
El nadador olímpico Lochte pensó en el suicidio tras el escándalo de Río
El estadounidense y tres de sus compañeros denunciaron un falso asalto durante los Juegos para justificar una noche de excesos
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18/abr./24
