El 1 de septiembre de 2016 marcó el comienzo de la nueva era para las selecciones de fútbol de Bélgica y Brasil con la llegada de Roberto Martínez y Adenor Leonardo Bacchi, Tite.
Ese mismo día debutó también en el banquillo de la selección española Julen Lopetegui, quien a la postre fue el culpable del mal comienzo de su compatriota Bob Martínez.
La España de Lopetegui, el flamante entrenador del Real Madrid, se impuso por 0-2 a la Bélgica de Martínez en Bruselas con un doblete de David Silva.
Peor para Martínez pues desde las gradas del estado Rey Balduino debió escuchar los gritos de los que aún lamentaban la marcha de Marc Wilmots.
Ese mismo día, a 9.514 kilómetros de la capital belga, en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito, la Canarinha daba la bienvenida a Tite en un partido de eliminatorias del Mundial con una victoria por 0-3 sobre Ecuador gracias a un tanto de penalti de Neymar y dos dianas de Gabriel Jesus.
Tras la mala pata de Martínez en el estreno, su vida como entrenador de la nueva generación dorada del fútbol de Bélgica ha corrido casi paralela en números y resultados con la del brasileño Tite.
Al momento de encontrarse el viernes en la cancha del estadio Kazán Arena para disputar un cupo en las semifinales del Mundial de Rusia, Martínez acumulaba con un bagaje de 24 partidos, producto de 18 victorias, 5 empates y aquella derrota con la selección de su país.
Tite llegó el viernes a disputar su segundo partido de eliminatoria directa en el Mundial con 25 partidos en el banquillo, de los que sus pupilos ganaron 20, empataron 4 y apenas perdieron uno, por 1-0 en un amistoso contra Argentina jugado en Melbourne.
Si faltan curiosidades en las vidas de Tite y Martínez aquí va otra: proporcionaron alegrías a los colegas que enfrentaron cuando se estrenaban en el cargo. Mientras Lopetegui fue feliz el día que con la Roja enfrentó a Bélgica, Jorge Sampaoli ilusionó a Argentina al derrotar a Brasil aquél 9 de junio de 2017 cuando comenzaba su era con la Albiceleste.
De momento nada detiene a Bob Martínez, el hombre más feliz de la tierra desde que selló el visado de los Diablos Rojos a las semifinales de Rusia 2018.
El repaso táctico que dio al Brasil de Tite y Neymar, especialmente en el primer tiempo, cuando sus pupilos abrieron una ventaja de 0-2, convierte desde ya al de Balaguer en el primer candidato a entrenador revelación de la Copa del Mundo número 21.
El sueño de Tite, de 57 años de llevar a Brasil al sexto título mundial tendrá que esperar. Es posible que renueve su contrato pensando en la edición de Catar 2022, cuando tendrá 61.
Para Bob, el hombre que metió a Bélgica en semifinales de un Mundial por segunda vez en su historia, los sueños parecen tener un plazo de vencimiento más cercano.Primero, superar el escollo de Francia este 10 de julio para superar el listón de las semifinales.
Y si todo ocurre bien, será como la celebración anticipada de su cumpleaños número 45, que se producirá el 13 de julio. O quizá la tarta y el cántico quede para dos días después, en la final de Moscú. Y ya hay quien pide que sea el próximo seleccionador español.
