El ICL Manresa protege de momento el factor cancha en el primer partido de la final de la LEB Oro, aunque no fue hasta el tiempo añadido de la prórroga (tras empate 70-70) cuando los locales pudieron tomar finalmente la delantera en el partido y la eliminatoria.
Fue un partido emocionante en el que las diferencias a favor de uno u otro cincos —el Manresa tuvo hasta 11 puntos y el Melilla hasta 9— nunca fueron determinantes como para cerrar el partido antes de tiempo.
Desde el inicio se notó que la presión psicológica era alta en ambos cincos, pero dominaban mejor los nervios los visitantes, que sorprendían al ataque del ICL Manresa con una defensa alternativa que se situaba en zona cada vez que Melilla venía de anotar canasta.
La defensa de Manresa no era nada agresiva y se mostraba desconcertada por el poco acierto ofensivo que acumulaban sus jugadores.
En el segundo cuarto, las muñecas se desataron más en un equipo local que también empezó a sentirse cada vez más a gusto en defensa, después de poder arrancarle al rival algunos balones recuperados que finalizaban en veloces carreras al contraataque.
Después de un triple de Diego Kapelan que situaba la máxima renta visitante (13-22, min. 13), el Manresa supo recuperar el timón con un parcial 11-0 (24-22, min.15).
Hasta el descanso se consolidó la igualdad, en el marcador y en la capacidad de sufrimiento en pista.
Tras el descanso (37-33), el Manresa salió más enchufado y puso tierra de por medio (44-33), pero el Melilla supo sufrir ese primer embite y, con un Eduardo Duran inspirado y la lucha de Mamadou Samb y su tiro exterior, los melillenses lograban volver a recuperar en el luminoso (49-59, min29).
En el que tenía que ser el último cuarto, el Melilla lo fió todo al acierto de Kapelan, que firmó cuatro triples casi consecutivos que sembraban el miedo en la grada del Congost (59-65, min. 35).
A falta de 15 segundos para el Final, Mamadou Samb anotaba de tres (68-70) desde la esquina izquierda del ataque. Pero Jordi Trías conseguía el empate a tres segundos del final. Kapelan falló el tiro para ganar, y la prórroga ya fue sólo la prolongación del sufrimiento visitante.
Un nuevo triple de Mamadou Samb (74-73), fue el último momento en que el Melilla, quizá ya demasiado agotado, creyó en el triunfo. A falta de un minuto del añadido, el Manresa sumaba una renta de 9 puntos (83-74) y todo quedaba ya decidido y pendiente del partido (el segundo de la eliminatoria), de este domingo que viene, también en Manresa.
