El Deportivo volvió a la senda de la victoria (3-2), pero sin convencer, ante el Talavera, colista del Grupo I de Primera Federación y diseñado para una categoría inferior hasta que ocupó la plaza del DUX Internacional de Madrid.
El partido aplazado de la primera jornada del campeonato dio al Deportivo la oportunidad de reencontrarse con el triunfo, aunque no le sirvió para disipar las dudas.
Los blanquiazules, que habían enlazado dos empates, se pusieron por delante a los seis minutos con un tanto de Diego Villares a los seis minutos y ampliaron la renta con otro de Morante en propia meta pasada la media hora.
Entonces se replegaron, cedieron el balón a su rival y exhibieron una fragilidad defensiva impropia de un aspirante al ascenso. Lo aprovechó Escudero para meter en el partido al Talavera antes del descanso.
En la segunda parte, los deportivistas volvieron a coger distancia de seguridad con un disparo de Álex Bergantiños que tocó en el poste y en el portero para acabar en el fondo de la red, pero se complicaron cuando Álvaro Juan cogió la espalda a la zaga y Escudero batió por segunda vez a Mackay.
El Deportivo vio comprometida la victoria, pero acabó amarrando los tres puntos sin despejar las dudas.
Al término del partido, los jugadores deportivistas intentaron mediar con los aficionados, quienes no estaban nada contentos con el juego del equiopo.
Ao final do partido do @RCDeportivo houbo o ritual clásico en Riazor
— En Xogo tvG2 (@EnXogo_tvG2) September 28, 2022
Os capitáns achegáronse a falar cos seareiros, desconformes co xogo do equipo pic.twitter.com/dxBTkcC1xz