El Deportivo se iba a dar de bruces con la realidad en su estreno en Segunda B ante el Salamanca, pero en el minuto 97 apareció la cabeza de Eneko Bóveda y el equipo coruñés comenzó la temporada con victoria.
Aunque sabía que con el escudo y la camiseta no le iban a bastar, fue lo único que mostró durante muchos minutos, pero no le perdió la cara al partido hasta el final y un alargue que se estiró más allá de los cinco minutos inicialmente previstos, le sirvió para sumar los tres puntos.
Cuarenta años después, el equipo coruñés volvió a la categoría de bronce y en su estadio, con público (un aforo limitado de 3.000 aficionados). Con el nuevo formato de Segunda B está obligado a ganar casi cada partido, también por nombre, y estuvo a punto de no hacerlo.
En la primera parte, el equipo charro, con el argentino Sergio Egea al frente del banquillo, resistió gracias a su buena organización en el terreno de juego.
El Deportivo encontró el camino al gol a los 40 segundos de la segunda mitad con un remate en plancha de Claudio Beauvue a centro de Salva Ruiz, pero el Salamanca reaccionó y empató el partido a los 66 minutos en un saque de esquina que despejó mal el portero Carlos Abad y que conectó desde la frontal Candelas.
El conjunto coruñés lo intentó en el esprín final y el Salamanca intentó amarró el empate con continuas pérdidas de tiempo para amargar el estreno de quien fuera campeón de Liga y Copa del Rey en Segunda B, pero en el descuento apareció la cabeza de Bóveda para anotar el gol de la victoria.