Compañero de pintores como Gerardo Delgado, o Santiago Serrano y autor de un arte que "está en relación con una ética", así es el Premio Nacional de Artes Plásticas 2014, Jordi Teixidor, quien ha afirmado que con este galardón se premia "a toda una generación" en algunos momentos "olvidada".
Así lo ha reconocido a Efe este pintor y académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando nacido en Valencia hace 73 años y con un perfil que le ha hecho ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas por su "esfuerzo sostenido en el tiempo" hasta configurar un conjunto "que confiere al arte español contemporáneo la entidad que hoy tiene", según el jurado.
"Con este galardón se premia a toda una generación (...) Una generación, en algunos momentos, no diré olvidada, pero que no se le ha prestado demasiada atención", señala Teixido, para quien también se premia a "una forma de entender el arte como algo que está en relación con una ética".
Recordando a sus compañeros de generación, el valenciano ha dicho que al darle este premio, cree que también se premia a un grupo de pintores que hicieron "una labor muy importante" en un momento en el que las circunstancias culturales, sociales y económicas no les fueron "favorables".
Por este motivo ha aseverado que hicieron "una apertura muy importante, una manera de entender la pintura un poco más cosmopolita, más culta, con respecto a otras generaciones artísticas en España".
Un afirmación que difiere a cómo ve a las generaciones futuras de artistas, ya que cree que estos "tienen que buscar una calidad, una difusión del arte, un lenguaje actual".
"Si el arte es algo, es que tiene que ir cambiando según van cambiando los tiempos. Las próximas generaciones seguro que lo harán igual de bien", apunta.
Sin embargo, Teixidor critica que en este momento haya "una especie de falta de rigor", de profundidad en lo que se está haciendo "y se está tendiendo más a una presencia llamativa, mediática".
Este creador "constante en su empeño", como lo reconoce el jurado que le ha otorgado el premio, se formó artísticamente entre 1959 y 1964 en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y fue nombrado en 1966, junto con José María Yturralde, conservador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde conoció a la generación del llamado Grupo de Cuenca.
Fue en 1973 cuando viajó a Nueva York y centró su interés en Mark Rothko, Ad Reinhardt y Barnett Newman, del que asimiló el empleo de bandas laterales que caracteriza parte de su obra.
A lo largo de su trayectoria, Teixidor ha participado en la Bienal de Venecia, con la muestra "España: Vanguardia artística y realidad social. 1936-1976" y becado por la Fundación Juan March, lo que le trasladó a Nueva York, donde vivió hasta 1981.
Para este académico de la Real Academia de Bellas Artes de Madrid desde 2000, su vida comienza todas las mañanas en su estudio, donde acude diariamente a pintar y a ejercer su función como miembro de esta institución.
Y lo hace así, compaginando las dos vertientes, porque "intenta" cumplir no "solamente" con sus responsabilidades académicas sino también con su "responsabilidad social" en la medida en que la Academia es para él "una plataforma". "La Academia es un estamento que puede tener cierta influencia sobre la cultura, sobre la sociedad", concluye.
