Setas y castañas mueven a descubrir los bosques gallegos

La castaña recogida hasta el momento presenta un menor tamaño
photo_camera La castaña recogida hasta el momento presenta un menor tamaño

La proliferación de setas en los bosques gallegos y su progresiva valorización en los fogones de los gallegos hacen de la micología una afición con filón desde el punto de vista turístico. El otoño hace de los montes gallegos paraísos para los amantes de pequeños placeres como son la recogida de estos preciados frutos que, junto con la castaña, están despuntando su potencal turístico, alejado de los destinos de masas.

Conscientes de que los hongos están en boga, la empresa de servicios turísticos Meigalicia puso en marcha, con la colaboración de Turgalicia, un atractivo paquete turístico en 16 casas rurales de la Costa da Morte. Bajo el lema 'A la búsqueda de la seta', la iniciativa permite la todos aquellos ciudadanos profanos en la materia disfrutar de un fin de semana visitando los concellos de Roble, Coristanco, Ponteceso, Cabana y Zas, al tiempo que se adentran en los secretos de la recolección de níscalos, lenguas de vaca o boletus.

Para toda la familia
La iniciativa, que se repite cada fin de semana de este mes, cuenta con la asistencia de dos expertos en esta área, segundo explica Estefanía Fernández, desde Meigalicia. Los sábados, estos micólogos son los encargados de guiar a los grupos, de incluso 30 personas, a través de los bosques de pinos y carballeiras como la de la Pedra Vixía, en Baio, para poner en común los tesoros encontrados en una aula habilitada como base en la zona de la Torre de Vimianzo.

Con la experiencia adquirida después de tres años organizando este tipo de actividades, Fernández constata que esta singular forma de acercarse a la Costa da Morte ''atrae tanto a grupos de chicos de entre 25 y 30 años como la parejas mayores de 40 e incluso la gente que supera los 60 y que acuden con hijos y nietos''.

Recalcando siempre la necesidad de ''respetar la naturaleza'', los micólogos de este programa sostienen que muchos participantes quedan poco menos que sorprendidos al descubrir curiosidades como el cambio de color de determinadas especies, una vez cortadas, o cuándo se percatan del poder mortal de algunos fungos de aspecto inofensivo. Sin esforzarse mucho, la mayor parte termina el fin de semana siendo quien de identificar al menos tres especies diferentes.

Una afición 'de moda'
Antonio Paz, el presidente de la asociación Micolóxica Cogomelo de Clavada, constata que cada vez hay más ''aficionados''. Este experto remarca que las más de 12 asociaciones existentes en Galicia ofertan desde hay unos años ''cursos de divulgación de nociones básicas'' para seleccionar setas.

Y es que entre las más cotizadas se encuentran los boletus edulis, pinicola, aerius y aestivalis; así como la catarellus cibarius y el níscalo, conocido también como lactarius deliciosus, para las que las pradeiras, carballeiras y soutos lucenses y ourensanos son, por su especial climatología, un fructífero vivero.

Consciente del potencial que se esconde tras los hongos silvestres, Paz señala los ''precios elevados'' que están pagando ahora determinadas cooperativas a quien decide hacer de esta actividad su modo de vida. Haciendo hincapié en la necesidad de potenciar esta opción como un pasatiempo que se pode atacar durante ''casi todo el año'', el chantadino recomienda acercarse al mundo de las setas a través de los paseos micológicos que organizan asociaciones como la suya.



 

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