Rhodea Blasón: "Las redes sociales fueron un gran trampolín para el éxito de mi libro"

Escribir "es una necesidad imperiosa" de su alma y cada vez más lectores se enganchan a sus letras. La periodista Rhodea Blasón vive el éxito con su última publicación, ‘Pedazos de mi alma’, un libro de microrrelatos que saltó las fronteras hasta Latinoamérica
Rhodea Blasón
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Asentada en A Mariña pero con muchos recuerdos enraízados en la capital chairega donde se crió —sus abuelos tenían una zapatería en la Rúa da Pravia—, Rosa María Fidalgo, más conocida en el mundo literario como Rhodea Blasón, el acrónimo bajo el que lleva escribiendo desde hace años, vive el éxito de cerca entre las letras. Su último libro, Pedazos de mi alma, la catapultó a una fama que, reconoce, la abruma.

Lleva toda la vida viviendo de las letras, pero cambió el periodismo por la literatura. ¿Por qué?
Trabajé durante años en medios escritos, radio y agencias de prensa a nivel nacional e internacional y dejé el periodismo en 2009 en un momento en que mi salud pendía de un hilo. Me embolizaron los pulmones y tuve una trombosis y me dicen que no puedo seguir cubriendo información política por la presión que conlleva. Aunque quieras ser muy objetivo, la palabra es un medio de expresión. Así que busqué otras vías para expresarme pero sin la presión y el estrés del día a día. Siempre estuve muy vinculada al mundo de la literatura y ya participara en varias antologías.

En este tiempo, publicó varios libros, pero el éxito del último, Pedazos de mi alma, dicen que la cogió casi por sorpresa.
(Ríe). No éramos conscientes deque iba a suceder lo que sucedió. Que un libro sea destacado en Amazon varias semanas en menos de un año es casi imposible. Lo presentamos el 4 de octubre en Barreiros y no sé por qué, pero ya allí, todo el mundo lo compró. La gente se volcó.

Y saltó fronteras.
En España está funcionando muy bien, pero en Latinoamérica es abrumador. No deja de sorprenderme que me llamen de otros países para hacer entrevistas, para conseguir el libro... Puedes palpar que te quieren. Ya va a ser segunda edición y eso supone muchos miles de libros vendidos.

¿Cuál es la clave del éxito?
Es un libro de microrrelato. En España es algo que está muy perdido, pero en la zona de Latinoamérica se ha leído siempre, es algo que está ahí. Y allí, aunque es triste decirlo, se lee mucho más que en España. El libro tiene un gran contenido de mensaje social, dicen los críticos, porque yo he de reconocer que cuando lo escribí no fui tan consciente de ello. Lo fui haciendo en distintas épocas, son relatos seleccionados que han recibido premios.

Algunos critican las nuevas tecnologías como posibles competidoras del papel. En su caso, ¿propiciaron un golpe de suerte?
Las tecnologías, y el ebook, van a convivir con el libro de papel. Nosotros es el que más vendemos, aún hay mucha gente que quiere pasar las páginas, volver, releer, apuntar... Pero las redes sociales para mí fueron un gran trampolín. Fueron el salto. Ya lo habían sido antes, pero cada vez más. Y más inesperados. Ciertos blogs y revistas empezaron a señalarme como escritora similar a la Nobel de Literatura canadiense Alice Munro y ella misma me retuiteó un par de veces. Dicen que puedo ser su sucesora. Y me abruma.

¿Twiter sirvió para prender la mecha?
No me gustan las comparaciones, pero que alguien como ella se fije en mí es importantísimo y hay otras escritoras que también me están aupando a través de las redes como Marta Rivera de la Cruz, Rosa Montero o Elvira Lindo.

¿Cuál fue su mayor sorpresa? Muchas. Me acaban de comentar si habría la posibilidad de traducirlo al chino, es lectura recomendada en colegios y se está haciendo una tesis sobre él en el campus de Pontevedra.

En su caso, ¿se puede vivir de la literatura?
En este momento no tendría problema. No te haces rico, pero sí se puede. Pero quiero seguir escribiendo porque me interesa comunicarme. Escribir es una necesidad imperiosa de mi alma.

Sigue acudiendo con su puesto de artesanía a ferias por Lugo o A Coruña. ¿Sirven de escaparate para sus libros? No los saco si no me los piden pero se vende mucho. Recientemente, en el San Isidro de Pol agoté todos los que tenía.

¿Cuál es el papel de las editoriales? Tienen que ser las editoriales las que te avalen por detrás porque las autoediciones suelen quedar en sueños. Y yo tengo la suerte de que siempre publico, aunque en una hermana pequeña, en un grupo grande como es Planeta.

¿Tiene en mente algún nuevo proyecto? El 16 de julio presentamos en la Fnac en A Coruña el libro y el siguiente ya tendría que estar en la calle. Es una novela de suspense, de crímenes encadenados que protagoniza un detective. Después tengo otra novela centrada en Galicia y habrá otro de microrrelatos.

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