Restauradas las supuestas reliquias de la Última Cena halladas en Quiroga

Las piezas se colocarán este domingo en el altar de la iglesia de Hospital en una urna de cristal
Las piezas, tras abrir la caja donde estaban, junto a una custodia
photo_camera Las piezas, tras abrir la caja donde estaban, junto a una custodia

La iglesia de San Salvador de Hospital de Quiroga, conocida más como la de San Bartolomé, contará este domingo con el nuevo relicario del santo totalmente restaurado después de que el cura Jesús Río Ramilo abriese hace unos meses la caja donde estaban guardadas varias reliquias. Según las notas que aparecen junto a ellas supuestamente pertenecen a la Última Cena, por lo que están siendo investigadas por varios expertos.

A la espera de que esos estudios puedan ser conocidos, en la misa de mañana, prevista para las 12.00 horas, se podrá ver el nuevo relicario, una urna de cristal, con todas las piezas.

Hasta que el cura empezó con su iniciativa, las reliquias de San Bartolomé estaban dentro de una pequeña caja de madera forrada con una especie de polipiel de color marrón y situada al lado de la imagen del santo.

Toda la vida estuvo allí, pero a nadie se le ocurrió abrirla, aunque después de que lo hiciera el sacerdote se descubrió que fue abierta en 1885 para dejar constancia de las reliquias.

Los restos que se creen que pueden proceder de la Última Cena los analizó el sacerdote y bibliotecario Manuel Rodríguez Sánchez, que ya tiene algunos resultados de su investigación, que no publicará antes de que acabe el año. Lo hará en la revista Lucensia.

La caja, del estilo y tamaño de una bombonera o joyero, tiene unos 12 centímetros de alto por unos cinco de diámetro. En ella se halló otra que puede ser de marfil o criben con unos escritos, algunos ilegibles. Otros están en latín, en letra gótica cursiva y en carolina. También hay uno de 1885 en el que el obispo Aguirre constata la autenticidad de las piezas para ser veneradas, tal como exigían las normas eclesiásticas de aquella época.

EN DETALLE. El párroco y el bibliotecario del seminario de Lugo manifestaron en su día que en la caja hay un trozo de la capa del apóstol San Pablo, según el escrito adjunto en letra carolina, y parte de una piedra que, según explica el legajo adjunto, era de la mesa donde Jesucristo celebraría la Última Cena, además de una parte de la roca donde la Virgen esperaría sentada a los apóstoles.

Con esas reliquias hay unos huesos sin identificar, que podrían estar relacionados con San Bartolomé, y una pequeña ánfora de cristal sobre la que se dice que contiene tierra santa.

La caja expositora donde estarán ahora las piezas fue hecha con cristal y con unas molduras del estilo de las existentes en el altar mayor, de tal forma que combine con él cuando esté colocado. Dentro habrá cuatro relicarios con las piezas. Son unos vasos cuadrados de cristal con base de plata realizados por la joyería Refojo.

Después de la celebración religiosa y presentación del relicario habrá una procesión, así como un concierto del grupo Val das Mouras, formación catalana de folk que ofrecerá varias piezas sobre la obra de Rosalía de Castro.

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