Benedicta Sánchez: "Pedí a Oliver que me avise con tiempo para los Goya, porque mi vida es como es"

La actriz de O Corgo recibe con humildad la nominación en los Goya por 'O que arde'
Benedicta Sánchez. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Benedicta Sánchez. VICTORIA RODRÍGUEZ

"Parece que la película ha tenido éxito, pero el mérito no es mío. El otro día hablaba con una vecina que me elogiaba y le decía: Mira nena, los buenos cocineros, con poquita cosa, hacen comidas maravillosas. Esto es lo mismo. Si las personas saben lo que quieren y lo saben hacer, el mérito es suyo, no de la patata o del trozo de carne". Con esta humildad recibió este lunes Benedicta Sánchez la nominación a mejor actriz revelación en los Goya 2020 por su flamante debut ante la pantalla en O que arde, de Oliver Laxe. Pies en la tierra, la suya, la de O Corgo, y mucha sorpresa y agradecimiento ante lo que le ha tocado vivir a sus ya 84 años.

"Las personas somos así. Es mejor que te llamen una vieja guapa, una vieja que se evade, a que te digan que eres una inútil que lo estropea todo. Me siento contenta de que, si arrimo el hombro, que funcione". Desde su casa explica que no se lo esperaba, que muchas veces piensa que "Dios me ha concedido mucho más de lo que he pedido", pero que, sin embargo, "a veces le pido un centímetro y no me lo da, y me bloqueo y me enfado. Pero de repente me da un metro y bueno, mira, una sorpresa que me llevo [en referencia a la nominación]. Mi vida ha sido prácticamente así, no sé si culpar al destino por todas las cosas que he vivido y que jamás me imaginaría vivir".

Benedicta Sánchez no se siente una estrella, a pesar de que la reconocen por la calle cada vez que se acerca a Lugo "a comprar esto y lo otro" dos veces al mes. Agradece el cariño que recibe de aquellos que han tenido la oportunidad de ver la nueva película de Oliver Laxe y ve el cine como una "fuga constructiva, algo que si está bien hecho es cultura, conocimiento. Pero insisto en que no hice ningún sacrificio. Todo fue maravilloso y me sentí como una niña mimada".

Sobre su papel en la cinta, asegura que interpretó a una mujer que es "todo lo opuesto a lo que yo soy", y que si ha gustado a la crítica especializada es porque "Oliver y el resto del equipo tuvieron la capacidad de llevarme por donde ellos querían, pero yo no soy esa".

Sí se vio reflejada en la Benedicta que ordeña las vacas y las acompaña. "En esos instantes sí mostré realmente mi garbo y mi salero. Cuando estoy con las vacas, cuando me lamen las manos, cuando digo tacos... ahí soy yo. Pero lo demás es la parte que cultivaron en mí".

Sobre su presencia en la gala de los Goya, asegura que todavía no ha pensado nada y solo pide: "Que me avisen con antelación, porque vivo en el campo y mi vida es como es. Necesito mentalizarme y prepararme. Pero si tengo que salir ahora, con lluvia o nieve, ¡también salgo!".

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