El Clavicémbalo acogerá este sábado, a partir de las 23.30 horas, la actuación de un trío de lujo: Javier Colina (contrabajo), El Bola (guitarra) y Bandolero (batería y percusión), tres músicos apasionados por el flamenco que llegan a Lugo en el marco de la última edición del Ciclo 1906: Música para una inmensa minoría. La gira también les llevará al Riquela Club de Santiago (viernes) y al Café Latino de Ourense (domingo).
Por un lado, Javier Colina, navarro residente en Madrid, contrabajista de fuste, artista integral, políglota, jazzista de corazón, flamenco por vocación. Un genio en lo suyo. Por el otro, dos "nuevos flamencos" nacidos y residentes en la Villa y Corte: Agustín Carbonell, El Bola, tocaor, sobrino-nieto de Sabicas, considerado un revolucionario de su instrumento, y José Manuel Ruiz Motos, Bandolero, cajonero de postín, con amplia experiencia en ambos campos, del jazz y el flamenco. Tres ases para un trío sin líder, pero con historia.
"El Bola y yo nos conocimos hace 25 años", recuerda el contrabajista. El navarro fue poco menos que adoptado por quienes, en tiempos como aquellos, andaban a la búsqueda de un flamenco diferente. "Yo había escuchado a Paco de Lucía y a Camarón, de hecho, me los sabía de memoria. Pero no fue hasta que vine a Madrid y conocí a El Bola y a Paquete, que entendí que tenía que aprender toda una cultura, y no solo tocar falsetas y ritmos".
Una idea que hoy en día transmite a sus alumnos del instrumento. "Yo les digo: ¿Queréis aprender flamenco? Veníos 15 días pa'Jerez, y váis a aprender mucho más flamenco que escuchando la discografía completa de Paco de Lucía".
Para Colina, cada concierto con El Bola es una lección de flamenco de primera mano. "Sobre todo, que es un compositor muy particular, aparte de un gran guitarrista", subraya el contrabajista.
"Su personalidad se refleja siempre en lo que hace". Juntos, Colina, El Bola y Bandolero, forman una unidad de destino en lo flamenco, el punto de origen desde el cual la música se esparce en todas direcciones.
"Acostumbran a decir que somos un trío de fusión flamenco-jazz" reflexiona Colina. "Nuestra faceta jazzera es que hacemos estándares, pero también que cada día lo hacemos diferente. Lo de menos es si estás tocando flamenco, jazz o bolero al final son maneras diferentes de pasarlo bien".
