De regreso a Lugo desde Nueva York -donde reside-, Antonio Murado fue arropado en la tarde del martes por más de un centenar de personas en la inauguración, en la sede de Afundación, de la muestra Antonio Murado. Intimidade abstraída, que reúne los 103 cuadros que componen la obra AM 34 x 24 Vol. I.
Se trata de su obra más "personal", en la que realiza una revisión de los temas que más le han interesado a lo largo de su trayectoria y que forman parte de su particular universo pictórico, como el paisaje, la historia, la memoria y la pintura. También se presenta un amplio catálogo de personas allegadas, junto a numerosas escenas que recogen sus recuerdos de infancia, por lo que el conjunto de lienzos se convierte en un verdadero testimonio autobiográfico.
Biográfico es, sin ir más lejos, el paisaje gallego, siempre presente en su carrera, retratado en una serie de lienzos en los que predomina la pátina verde.
La mayor novedad que presentan las obras de esta serie se encuentra en la incursión del artista en el campo del retrato. En este caso emplea la fotografía como base para el trabajo sobre el lienzo y genera una realidad renovada, tan personal e íntima como insólita.
El propio pintor se encargó, durante una visita guiada, de explicar a los presentes sus diferentes técnicas, como la impresión de diferentes telas sobre el lienzo para crear caprichosos efectos visuales.
Murado mostró su satisfacción por revisitar estos cuadros después de diez años, trabajos todos que componen un único cuerpo, "un diario íntimo de anotacións visuais da miña carreira. Están as facetas, as técnicas nas que traballei", explicó en el acto de presentación.
Incluso el formato regular de cada pieza -medidas similares- obedece al deseo de convertir cada lienzo "nunha desas páxinas dese diario íntimo", apuntó.
En su alocución fue precedido por la primera teniente de alcalde de Lugo, Ana Prieto, que se refirió al lucense como uno de los artistas "máis destacados da súa xeración", y a quien le agradeció el gesto de exponer en su tierra, para que los lucenses disfruten del arte que, en definitiva, "é riqueza".
Por su parte, Miguel Ángel Escotet, director de Responsabilidad Social Corporativa y Comunicación de Abanca y presidente de Afundación, destacó que esta acción permite a la entidad "avanzar con paso firme en el objetivo de contribuir a difundir y divulgar todas las obras y autores que forman parte de nuestros fondos artísticos y que representan, como en este caso, el mejor arte de nuestros tiempos".
Superado el rictus de la oficialidad, Murado se deshizo en abrazos y explicaciones con los presentes, en un paseo por la sala en el que compartió con el público su modo de hacer y sus inquietudes.
"Nunha obra hai miles de referencias", dijo en un momento de esta charla colectiva improvisada. "A idea de unha obra de arte non é comunicar unha mensaxe pechada, como se fose un semáforo. Trátase de poñer en marcha un mecanismo no que o observador completa a mensaxe", abundó.
Antonio Murado (Lugo, 1964) es uno de los artistas gallegos con mayor proyección internacional de su generación. Formado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, obtuvo la beca Manuel Colmeiro de la Xunta en 1987, la de Banesto en 1990 y la de la Unión Fenosa que le permitió acceder a la Cooper Union School de Nueva York en 1996. En la actualidad vive y trabaja en Nueva York y su obra está presdente en importantes colecciones públicas y privadas de reconocido prestigio.
En este viaje de regreso físico y emocional a Lugo, el artista estuvo acompañado por familiares, amigos, artistas como Santiago Catalán o Jorge Espiral, representantes políticos como la delegada de la Xunta en Lugo, Raquel Arias, y otras autoridades como la presidenta del Grupo El Progreso, Blanca García Montenegro.
Antonio Murado Pintor A idea da obra non é comunicar unha mensaxe pechada como un semáforo. O observador completa a mensaxe» Miguel Ángel Escotet Presidente de Afundación Contribuimos a difundir la obra de autores que, como en este caso, representan el mejor arte de estos tiempos»
