"Mis poemas van en ánforas por hablar de lo valioso"

Pilar Núñez Parada presentó su poemario 'Susurros del alma' en Lugo
Pilar Núñez, en O Vello Cárcere. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Pilar Núñez, en O Vello Cárcere. VICTORIA RODRÍGUEZ

Pilar Núñez Parada había escrito los poemas de Susurros del alma hace cinco años. Los había registrado. "Pero le faltaba algo", comenta la autora que mueve la mano como si fuese a coger una sustancia etérea e indefinida en el aire.

Jorge Alba interviene para apuntar que él vio claro que aquellos versos tenían un contenido poderoso cuando los leyó para dibujar las ilustraciones que acompañan los textos. Representó vasijas como las que se usaban en el comercio por el Mediterráneo griego y romano que rodean los poemas. "Cada poesía vai metida nunha ánfora porque as ánforas levaban cousas boas".

La escritora atrapa en el aire esa idea para confirmarla. "Mis poemas van en ánforas porque hablan de cosas valiosas". Después de haber terminado en falso el libro se dio cuenta que "le faltaban las ánforas y una reflexión sobre el sentido de la vida y de la poesía".

Susurros del alma (Exlibric) son poesías sobre "desarrollo personal, luz y claridad", que concreta en que "cada momento nace del alma" en el libro; "cada ánfora es distinta, porque lo esencial de la vida son los aceites" en los que hay "una semilla de oro" que huele "al perfume del amor", de modo que "esa semilla es tu esencia de oro -la que tiene cada uno- que compartes con los demás".

El resultado de esa destilación es "un poemario para la reflexión, que te hacer pensar y escucharte, es para alimentar el alma".

El ilustrador de Susurros del alma recomienda hacer una lectura demorada de los poemas. "É un libro para coller pola mañá e ler un poema de cada vez, non para ler dun tirón", sino para leer unos versos y pensar sobre ellos para ver en qué manera pueden ayudar a una persona a mejorar en esa condición.

SITIO. Pilar Núñez Parada es hija de dos vecinos de San Pedro de Cervantes que emigraron, "cuando venía en vacaciones sentía la paz y el cariño", recuerda. Ella se estableció en Lugo hace concretamente 32 años "porque esta es mi tierra, forma parte de mí; así lo sentía desde niña".

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