"Mis historias ayudan a soñar a los niños con infancias difíciles"

La cuentista guineana Katia Casimiro, que ahora visita Lugo, trata de cambiar el futuro de su país a través de la literatura infantil
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photo_camera La escritora Katia Casimiro en el parque Rosalía de Castro de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ

En Guinea Bisau las cosas no son fáciles para casi nadie, pero especialmente para los más pequeños: en muchos casos, los niños trabajan en lugar de asistir a la escuela, las niñas son prometidas a una edad temprana y las bolsas de estudio de las ONG son los únicos recursos de los que disponen los jóvenes para poder acceder a la Universidad.

En este contexto complejo creció la guineana Katia Casimiro, que afortunadamente siempre contó con el apoyo de su familia para hacer realidad su sueño: publicar historias infantiles que sirvieran para cambiar el mundo.

"Mi bisabuela era 'djidiu', que es como llamamos en criollo a los contadores de historias", explica la cuentista con los ojos anegados de gratitud. "En mi país hay mucha gente mayor que no sabe ni leer ni escribir, pero que son portadores de una valiosa tradición oral que han heredado de generación en generación", confiesa. "Son analfabetos, pero no incultos: en su interior guardan los valores positivos de nuestro pueblo y la esencia de lo que somos".

Ese fue el motor que impulsó a Casimiro a adentrarse en el camino "infinito" de la literatura. "Las historias que escribo ayudan a los niños con infancias difíciles a soñar, y los sueños son muy importantes, porque son el primer paso para cambiar una vida y para cambiar, después, un país o el mundo", asegura.

Por eso, sus libros están repletos de valores, como el respeto al medio ambiente, la riqueza de la multiculturalidad, el significado de la amistad o la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. "La literatura infantil es a veces menospreciada, pero debemos comprender que las historias escritas para los niños serán la base de sus creencias, de sus ideas y de sus fortalezas, y esto tiene una importancia y un valor incalculable", reivindica.

Katia Casimiro escribe desde joven cuentos y poesía. Gracias a entidades como la União das Cidades Capitais de Língua Portuguesa (UCCLA), a la que también pertenece Santiago de Compostela, su obra ha obtenido una importante difusión en diversos lugares del mundo, como Portugal o Cabo Verde, aunque su sueño es que sus libros sirvan de ayuda a los niños y niñas de su país.

"El Estado guineano es muy machista", reconoce la escritora. "Allí se trata de invisibilizar a la mujer que escribe o a la que tiene cualquier tipo de inquietudes. Ser mujer y ser africana te obliga a superar el doble de obstáculos. Por eso es muy importante que las niñas de Guinea vean en las historias que leen que también hay protagonistas femeninas que hacen las mismas cosas que los niños", señala.

Casimiro está ahora de visita en Lugo, una ciudad "fascinante y llena de historia" que ha conocido de la mano de la poetisa lucense Adela Figueroa, con quien coincidió en el Encuentro de Escritores de UCCLA celebrado en cabo Verde en 2019 y a la que debe la "pasión" que siente por Galicia.

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