Lois Oreiro y Pardiñas abordan los desafíos de la digitalización

El periodista trata los riesgos de la inteligencia artificial y la directora de comunicación de Red.es dice que la persona debe estar en el "centro"
Lois Oreiro y Susana Pardiñas, ayer en la librería Trama. XESÚS PONTE
photo_camera Lois Oreiro y Susana Pardiñas, ayer en la librería Trama. XESÚS PONTE

La presentación de Os mundos de agora, del periodista Lois Oreiro, permitió abordar este martes en la librería Trama los desafíos que supone la digitalización.

La lucense Susana Pardiñas, directora de comunicación de Red.es, fue la encargada de presentar un libro que, opinó, "intenta despertar conciencias", un reto que también es importante para el organismo estatal que dirige el proceso de digitalización, sostuvo.

En el proceso de transformación digital de la sociedad es importante "situar a la persona en el centro", manifestó Pardiñas, que reivindicó la importancia de que los ciudadanos tomen conciencia de la carta de derechos y de que sean conscientes de que se les debe tener en cuenta en la toma de decisiones.

"La tecnología no tiene alma", dijo Pardiñas, pero recordó que se trata de una construcción humana y que, por tanto, se pueden modelar las herramientas a la medida de las personas.

"A veces estamos muy preocupados por avanzar en la digitalización, pero tampoco hay que dejar de pensar en el mundo que construimos para nuestros hijos", reflexionó la periodista lucense.

El ser humano no se puede sustituir y hay que preguntarse si son suficientes armas como un código deontológico para afrontar todas las transformaciones que se derivan de la digitalización, dijo.

La experiencia de Pardiñas, que recordó que el Gobierno está inmerso en el "apasionante" proceso de digitalización de las pymes, dio pie para un profundo intercambio de opiniones con Oreiro, que en su libro aborda cuestiones como los riesgos que suponen los grandes oligopolios tecnológicos.

Oreiro defiende, por ejemplo, la necesidad de actuar para regular cuestiones como la inteligencia artificial, pero también sostiene que la digitalización puede ser una "bendición". Eso sí, siempre que haya límites y regulación.

Y esas normas hacen falta porque las grandes tecnológicas, con un poder y unas dimensiones ya globales, crecieron en la ley de la "selva", sin nada que regulase internet. De ese proceso de desarrollo derivan abusos y riesgos que pueden afectar incluso a cuestiones tan serias como las instituciones democráticas, según expone Oreiro en su libro.

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