Leo Bassi reivindica el espíritu crítico del payaso ante el "vacío cultural"

El actor italiano realiza "una minigira gallega" con su montaje más reciente titulado la 'Gran Misa Patólica'
El actor italiano Leo Bassi.
photo_camera El actor italiano Leo Bassi.

El actor de origen italiano Leo Bassi, que interpretará en Galicia su espectáculo la Gran Misa Patólica, reivindica el espíritu crítico del payaso ante el "vacío cultural" que percibe y, de ello, hace gala en esta propuesta cuya recaudación contribuirá a financiar el Festiclown Palestina 2016. Este cómico, con un acusado humor cáustico, cuyas habilidades provienen de una herencia, la de una larga tradición familiar de seis generaciones, que comenzó en torno "a 1830 o 1840", se encuentra actualmente en una "minigira gallega" con su montaje más reciente.

Se trata, ha explicado en una entrevista con Efe, de una obra que plantea un contenido "irónico" para hacer reír, pero "serio", basado en la espiritualidad y profundizando en la dimensión "sagrada" de los bromistas de oficio. Con su carácter irreverente, Bassi pretende transmitir su visión crítica hacia la religión, que ve como lo "contrario a los chistes, a la comicidad y a los payasos", así como un ámbito, dice él, en el que el humor es contemplado como "algo del demonio".

"Basta un pelín de reflexión y te das cuenta de que vivimos en un vacío cultural y espiritual", reflexiona Bassi, quien cuestiona la falta de espíritu crítico dentro de las religiones, algo que sí tienen muy en cuenta en cambio los payasos, desde una visión pragmática y también espiritual, frente a las "inconsistencias" de la religión. "El payaso no es solo alguien que hace reír a modo de divertimento, va mucho más lejos", puntualiza Bassi, quien defiende una y otra vez la "visión crítica" de los de su gremio.

A través de esta obra, en la que se ríe del pecado original, Bassi trata de desmontar las "inconsistencias" de las religiones e ironiza con el hecho de que el papa salga, en imágenes, trabajando con ordenadores cuyo logotipo es una manzana mordida -en referencia al emblema de Apple-, un "símbolo cristiano del pecado original". También critica este artista la incoherencia del islam o del pueblo judío, que se considera a sí mismo el "pueblo elegido por Dios", asegura Bassi, el cual se pregunta "quién lo ha decidido así".

"Estoy diciendo lo que los bufones han dicho siempre", proclama este cómico, que cuestiona que "en nombre de un Dios" sea posible, o quede impune, echar a "1,4 millones de palestinos de sus tierras", hecho que evidencia, bajo su criterio, que las religiones conducen "a la muerte, a guerras y a masacres". Manifiesta Bassi que lo más importante es utilizar de forma adecuada la inteligencia y el conocimiento a fin de no dejarse llevar "por dogmas". "Necesitamos religiones a la altura de este conocimiento", enfatiza.

De bisabuela austríaca y gitana por parte materna y de apellido Bassi por el lado paterno, explica que su propósito es llevar el humor por todo el mundo, con "la misión" de "hacer reír, viajar de un país a otro" y demostrar que en el mundo del circo "todos somos iguales". A sus 63 años, afirma que detrás de los chistes y bromas busca "siempre esa crítica, con simpatía y con humor". El objetivo es "reivindicar con la risa, con el humor".

Un día antes de representar en Santiago de Compostela una procesión-exorcismo para "liberar" a Compostela del Partido Popular, Leo Bassi se refiere en la víspera a la actual situación política, que califica de "escandalosa". Tilda de "escandaloso" que un partido tenga "sus cuentas en Suiza", cuando el resto de trabajadores pagan "religiosamente sus impuestos". "¿Yo estoy ahí toda mi vida haciendo cálculos del IVA y otros tienen dinero en Suiza?", recrimina Bassi, que recuerda una situación que le ocurrió a él hace tres años, cuando el ex alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, le "impidió" actuar en un teatro de la ciudad y, cuatro días más tarde, "se descubrieron 240.000 euros de IVA" que no pagó.

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