Más tenebroso que los anteriores títulos de la franquicia, Jurassic World: El reino caído afronta, en palabras de su director, el reto de complacer al espectador a la par que sorprenderlo
Cuando la nueva película de una franquicia llega a las salas de cine, las suspicacias no son pocas, más si dicha saga constituye una de las más queridas y taquilleras de la historia del séptimo arte. Pero parece que Jurassic World: El reino caído, de inminente estreno en las pantallas españolas, pasará la prueba con nota.
Fresca, con ritmo y cuajada de imágenes trepidantes, la producción viene dispuesta a devorar la taquilla y, más allá de quedarse en un mero blockbuster veraniego, pone sobre la mesa ciertos debates morales que la alejan de un producto superfluo.
Si ya de por sí resulta un desafío encontrar una historia digna de constituir una secuela, el reto se magnifica cuando se trata de una película que constituye la quinta de la saga. "Se trata de proporcionar al público aquello que desea ver, pero que al mismo tiempo le sorprenda", indica el director de la nueva entrega jurásica, Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975).
Fresca, con ritmo y cuajada de imágenes trepidantes, la producción viene dispuesta a devorar la taquilla
Bazas para intentarlo no le faltan. Una de las más destacables es contar con el auspicio, y el beneplácito, de un mecenas de lujo, Steven Spielberg. Y si el amparo del artífice de títulos como ET o Tiburón resultó clave para que el director de Lo imposible se decidiese a tomar las riendas de la cinta que ahora se estrena, su influencia tampoco pasa desapercibida en el film. Aunque paradójicamente, Bayona reconoce que "decían que en mis anteriores películas se notaba la mano de Spielberg, mientras que en esta destacan que es muy visible la mía propia".
En esta ocasión, los dinosaurios que habitan la isla Nublar se enfrentan a la amenaza de un volcán que entra en erupción, tras lo que surgirá la cuestión trascendental: ¿deben ser salvados, con el alto precio que eso acarrearía para la especie humana, o bien se debe optar por dejarlos fallecer?
Innegablemente, la nueva cinta bebe de elementos de los anteriores títulos de la franquicia, pero presenta una impronta de miedo y suspense más palpable, que la dota de una atmósfera deliberadamente gótica. En la nueva entrega, el foco de atención recae, más allá de los humanos, en los dinosaurios, a los que se suma un nuevo híbrido, el indoraptor. Sobre ellos se cierne toda la atención en los dos escenarios principales del film, la isla Nublar y la mansión de los Lockwood. Y es precisamente en este último lugar donde la película toma la forma de un cuento oscuro y tenebroso en el que emergen ciertos miedos infantiles.
El amparo de Steven Spielberg resultó clave para que Juan Antonio Bayona se decidiese a tomar las riendas de la película
Los papeles protagonistas son de nuevo para Chris Pratt, que interpreta a Owen Grady, y Bryce Dallas Howard, en la piel de Claire Dearing. Muy cómplices en todo momento durante la rueda de prensa de presentación de la película, explicaron que bucearon en “comedias alocadas” y en el Hollywood más esplenderoso para dotar de “humor y tensión” a la relación de sus dos personajes.
ELOGIOS. Ninguno de los dos intérpretes escatimó en halagos hacia Bayona. "Es un visionario; nos ha hecho sentir parte de la familia del director", aseguraba Dallas Howard. "Su entusiasmo es contagioso", sentenciaba Pratt, en tanto que el cineas no dudaba en devolverles los cumplidos. "Siempre concebí la película como algo orgánico", nunca cerrado, confesó, de ahí que se reescribieran escenas tras los ensayos. "Ambos actores aportaron mucho, especialmente él. Y ella es hija de un director y conoce perfectamente el proceso creativo; tiene un gran dominio de la técnica", aseguró.
El reparto se completa con nombres como Geraldine Chaplin, Ted Levine, Toby Jones, James Cromwell, BD Wong, Rafe Spall, Daniella Pineda, Justice Smith y la debutante Isabella Sermon, que encarna magistralmente a Maisie Lockwood. Destaca además la fugaz pero intensa aparición de Jeff Goldblum, que recupera su rol del carismático doctor Ian Malcolm.
En la nueva producción, que llega un cuarto de siglo después de la primera, Bayona toma el testigo de Colin Trevorrow, que se encargó de la realización de Jurassic World y que aquí firma el guion junto a Derek Connolly. Se rodea además de un equipo de su plena confianza, como la productora Belén Atienza, el montador Bernat Vilaplana o el director de fotografía Óscar Faura. Un paso más a la hora de conseguir tomar las riendas de una superproducción hollywoodiense sin perder la propia identidad.
