Helmut Newton deja al desnudo el poder femenino en A Coruña

Devoto de las "diosas carnales y poderosas", traspasó los "límites para poder luchar contra ellos" con provocación y seducción. Sus obras más icónicas se podrán ver hasta el 1 de mayo en Galicia  
6. Helmut Newton -  Fact &
photo_camera Fotografías de Helmut Newton. MATTHIEU RIDELLE/FUNDACIÓN MOP

Helmut Newton vino al mundo con el apellido Neustädter, un judío berlinés que no estaba destinado a ser fotógrafo y mucho menos a ser uno de los más influyentes del siglo XX. Y, sin embargo, así fue. 

Ahora una selección de sus obras más icónicas, en un periodo que abarca 40 años —desde 1960 hasta 1990—, se pueden contemplar en Helmut Newton. Fact & Fiction, que hoy abre sus puertas en el Muelle de Batería de A Coruña organizada por la Fundación MOP, tras las dedicadas a Peter Lindbergh y Steven Meisel.

Diecinueve años después de la muerte de Newton en un accidente de coche en Los Ángeles, sus imágenes mantienen la sofisticación, la elegancia, la contradicción y la ambigüedad con la que fueron concebidas por este pionero que empoderó a las mujeres desde la desnudez y sin bajarse de los tacones.

Le gustaba provocar, esa era su esencia. Le gustaba extender los límites lo más posible para luchar contra ellos"  

"Le gustaba provocar, esa era su esencia", explicó ayer Philippe Garner, vicepresidente de la fundación Helmut Newton y uno de los tres comisarios de la exposición, junto con Matthias Harder —director de la fundación del artista— y Tim Jefferies.

"A Helmut le gustaba extender los límites lo más posible, necesitaba esos límites para luchar contra ellos", añade Garner sobre este australiano de adopción que creó «diosas carnales, poderosas, desnudas o vestidas».

Como Monica Bellucci, impactante en un primer plano a color con los labios carmesí; como Naomi Campbell, sentada en posición indolente y desafiando con la mirada; como Grace Jones abrazada por Dolph Lundgren, o como Charlotte Rampling, su retrato más conocido y que "resume a la perfección el trabajo de Helmut".

5. Helmut Newton -  Fact &
5. Helmut Newton - Fact &

"Es una imagen de intensa seducción a pesar de estar vestida con un abrigo de piel", añade el vicepresidente de la fundación Helmut Newton, quien reveló que la propia actriz británica había señalado que "había sacado de ella una sensualidad que ni siquiera sabía que tenía dentro". 

"Le fascinaban las mujeres fuertes, poderosas, las diosas carnales, pero él era mucho más que un fotógrafo de desnudos" 

"Le fascinaban las mujeres fuertes", de ahí que uno de los retratos más poderosos sea el de Margaret Thatcher, la Dama de Hierro británica, que contempla al visitante hierática, con su mirada desafiante y su característica chaqueta sastre.

Todo lo contrario que Gianni Versace, que posó desnudo como un diván, un mueble que sale a relucir como atrezzo en otras imágenes icónicas, como la de su particular recreación del cuadro La odalisca morena, de François Boucher, que sirvió para ilustrar la portada de su primer libro de fotografía.

Vestidas o desnudas, las mujeres exudan poder, el mismo que les otorga este fotógrafo que amaba los contrastes, las contradicciones y el dualismo. "Él es mucho más que un fotógrafo de desnudos", agrega Harder durante el recorrido por una muestra en la que están los recortes de prensa sobre su figura, que coleccionaba junto con su mujer June.

Ahí están a la vista sus influencias, el cine de Murnau en sus inicios y la luz solar —solía decir que al mediodía solo salían "los perros locos y él"— imprescindible para iluminar unas imágenes creadas para campañas publicitarias que, sin embargo, se erigieron en obras de arte atemporales.

Esa posteridad llegó, en parte, tras un infarto en 1971 que marcó "una transición". Desde entonces, buscó dejar un legado y lo consiguió. Está a la vista en A Coruña.

Helmut Newton no ocultaba la fascinación que sentía por la obra  de Velázquez y de Goya, dos pintores españoles a los que rindió homenaje en sus trabajos.

After Velázquez in my apartment
Esta imagen de 1981 es una recreación de Venus del espejo’ pasada por el tamiz del fotógrafo, por sus obsesiones y su culto al pintor del Siglo de Oro. 

Las meninas
El icónico cuadro de Velázquez se convierte por obra y gracia de Newton en Self-Portrait with Wife and Model, un autorretrato que es casi un calco en la composición de esta imagen que inicialmente fue concebida para un anuncio de gabardinas y donde su esposa June sufre un robado en toda regla. "Le gustaba jugar en la foto dentro de la foto", explica Philippe Garner.

Majas desnuda y vestida
El dualismo de fotografiar a las mismas mujeres vestidas y desnudas son un claro homenaje a las majas de Goya, un artista en el que Newton encontró inspiración al igual que en otro fotógrafo de cabecera como es Man Ray.

Coleccionista de Barbies
El artífice de múltiples portadas para Vogue era un coleccionista confeso de Barbies, unas muñecas que están presentes en las vitrinas  de la sala más personal del artista y que le servían de modelos para ensayar la puesta en escena antes de la sesión de fotos definitiva. 

Maleta de Vuitton
Helmut Newton transportaba sus cámaras, tres de las cuales se exhiben en A Coruña, en una maleta de la firma francesa Louis Vuitton. Un lujo al alcance de una persona "muy centrada, muy trabajadora". Y, ante todo, perfeccionista.

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