El Xurés y el Gerês candidatas conjuntas a 'Reserva de la Biosfera'

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El Parque Nacional de Peneda-Gerês de Portugal y el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, de Ourense, integran la candidatura transfronteriza que optará a ser Reserva de la Biosfera de la Unesco en un proceso selectivo que comenzará a principios de septiembre en Madrid.

El director del parque del Xurés, Antonio Amoeiro, explicó que la candidatura partió de un convenio de cooperación firmado en la frontera de Portela de Home, entre los municipios de Lobios (Ourense) y Terras de Bouro (Portugal), entre la Consellería de Medio Ambiente y el Instituto de Conservaçao da Natureza en 2007.

Los dos espacios protegidos presentarán la candidatura conjunta que será estudiada por la Comisión española del Programa Hombre y Biosfera de la Unesco en una reunión prevista para los primeros días de septiembre en la que analizarán las propuestas presentadas, que hasta ahora son la transfronteriza y otra de la isla de Formentera, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.

Las que cumplan los requisitos pasarán a la siguiente fase de selección que será en París a principios de 2009.

El informe de la candidatura la justificó por el atractivo transfronterizo de la zona, su riqueza en recursos turísticos de todo tipo como naturales, culturales y etnográficos, además de su gran diversidad de especies residentes y endemismos.

La Reserva de la Biosfera, si se aprobase esa declaración, uniría dos espacios cuya historia geológica y humana es común y que también comparte necesidades de desarrollo.

Los elementos comunes ya generan, según el escrito, flujos crecientes de visitantes "y constituyen un claro activo económico para estos territorios periféricos y fronterizos de ambos países".

Una quinta parte es suelo gallego

La propuesta se refiere a un territorio con superficie total de 267.958 hectáreas de las que 62.916 son de los municipios gallegos de Lobios, Entrimo, Muiños, Calvos de Randín, Lobeira y Bande -todos en la provincia de Ourense- y otras 205.042 de los municipios lusos de Melgaço, Arcos de Valdevez, Ponte da Barca, Terras de Bouro y Montalegre.

La responsable de recursos turísticos del Parque Natural del Xurés, Elvira Fernández Rodríguez, fue la encargada de detallar los potenciales de ambos territorios, como los geológicos vinculados al glaciarismo más suroccidental de Europa, o los históricos vinculados a la presencia de los sucesivos colectivos humanos que ocuparon de forma intensa esta zona fronteriza.

En ese sentido, recordó que el elemento estructurador es la calzada romana llamada en España "Vía Nova" y en Portugal "La Geria" y que une desde el año 80, las ciudades de Braga (Portugal) y Astorga (León) con un trazado de 330 kilómetros que atraviesa todo el territorio de ambos parques y reúne el mayor número de miliarios (piedras talladas que marcaban cada milla) de toda Europa.

La Vía Nova fue recorrida por los romanos comerciantes que sacaban oro del Gerês portugués, por sus mensajeros, ejércitos y topógrafos, de los que quedan vestigios en casas de descanso y asentamientos militares cuyos restos están excavados y a la vista.

Termalismo

Otro elemento común y con gran proyección económica ahora y en el futuro, según Fernández, es el recurso termal, muy abundante y que ya se explota en balnearios y playas interiores como en Riocaldo (Lobios) y Caldas do Gerês (Terras do Bouro).

"El territorio ahora dividido fue único desde la Prehistoria con el asentamiento de pueblos agrícolas y ganaderos que dejaron su huella en los numerosos menhires, dólmenes y mámoas, hoy divididos por una frontera ficticia", agregó.

Etnografía común

También son comunes los "fosos de lobos" construidos en la Edad Media -algunos conservados y visitados hasta hoy- o la raza autóctona del ganado vacuno llamado "cachena" y que cuenta con explotaciones ecológicas para carne.

Hay creencias comunes como la leyenda de las "siete vírgenes" con ermitas en ambos países y contactos durante la guerra Civil de España en la que los perseguidos políticos encontraban refugio en los pueblos lusos de Castro Leboreiro y Tourem, y en la posguerra, con el paso de contrabandistas y mercancías de un país a otro.

Desde el punto de vista etnográfico, según Fernández, son comunes el "vicedo", que es un sistema que reparte por turnos entre vecinos el cuidado del rebaño de ovejas del pueblo, el uso generalizado del telar y la división del monte en "meras", que se reparten entre los vecinos para el aprovechamiento de los residuos vegetales amontonados en el suelo para abono.

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