El Marco analiza la relación entre el ser humano y la naturaleza

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La exposición Paraísos Indómitos, coproducida por el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO) y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, aborda la relación del ser humano con la naturaleza gracias a la presencia de obras de veinte artistas de diversos orígenes.

En la muestra, abierta desde hoy en el museo vigués, los autores exploran su relación con la tierra en la que habitan, operando con diferentes puntos de vista, desde la visión romántica al testimonio documental, desde una concepción utópica al activismo en defensa de en medio natural.

Tomando la naturaleza como objeto de observación y contemplación, como testimonio, o como vehículo de denuncia, las obras de esta exposición son resultado de la evolución en el género del paisaje, de siglos en los que lo ser humano vino analizando los vínculos esquizofrénicos que mantiene con su ámbito, y en los que la iconografía del paisaje pasó por la belleza en el Renacimiento, el pintoresquismo en el Barroco, o la idea del sublime en el Romanticismo.

La naturaleza en el arte
Como género, el paisaje está sobreexplotado. Como tema, el calentamiento global es utilizado como moneda de propaganda política y económica de plena actualidad. Cuesta interpretar la naturaleza como lugar de contemplación, pues a eso se une, inevitablemente, una actitud concienciada.

Paraísos Indómitos reúne hasta el 18 de mayo varias reinterpretaciones de artistas contemporáneos sobre las convenciones clásicas de la naturaleza, demostrando la posibilidad de múltiples lecturas de un tema que hoy se diversificó enormemente, partiendo de la búsqueda de la naturaleza virgen, hasta llegar a la reivindicación ecológica del siglo XXI.

Y en todo eso juega un papel fundamental la visión de lugares inexplorados, que fueron objeto de investigación y fascinación. Esta exposición retoma la dicotomía hombre-naturaleza, para analizar la huella del ser humano en su ámbito y el constante desafío que existió siempre entre ambos. El artista asume el papel de los últimos exploradores románticos, de aquellos que, con su empeño, abrían los ojos ante un mundo desconocido.

Hilo conductor

El montaje y disposición de las obras en salas sigue un hilo conductor que se estructura en torno a cuatro apartados, en función de las distintas aproximaciones de los artistas al eje temático de la exposición.

La fuerza de la naturaleza o los espacios que se resisten a la acción del ser humano, como lugares irreductibles a cualquier intento de domesticación estaría representada por las obras de Guido van der Werve, Mireya Masó, Thiago Rocha Pitta, Thomas Joshua Cooper y Eric Rosoman.

El viaje utópico hacia lugares inexplorados, que acaba por convertirse en una busca interior es abordada por las piezas de Marine Hugonnier, Nir Evron, Eva Koch, Sergio Belinchón y Alberto Baraya.

La muestra también incluye la colaboración entre artistas, científicos y la naturaleza para mejorar el uso y la transformación de los espacios naturales, al incluir las propuestas de Guillem Bayo, Marjetica Potrc, Peter Coffin, Gonzalo Puch, Heather & Ivan Morison.

Y por último, los paraísos dañados, o la evidencia de la ruptura del equilibrio en la relación entre el ser humano y la naturaleza es el tema de los artistas Caigo Reisewitz, André Cepeda, Roberto Bellini, Rodney Graham y Cyprien Gaillard.

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