Comienza en Los Angeles la Electronic Entertainment Expo (E3), que aunque empequeñecida en los últimos años sigue siendo la feria de videojuegos más importante del mundo.
Este año, una vez consolidada la actual generación de consolas, las dudas se centran en si Nintendo hará guiños a los jugadores 'Hard-cord' decepcionados con tanto 'juego social', si Sony será capaz por fin de impulsar la Playstation 3 y si Microsoft conseguirá invertir la tendencia al estancamiento de su Xbox 360 registrada en los últimos meses.
De rebajas en Microsoft
El primer movimiento viene precisamente de la mano de Microsoft que ha aumentado en Estados Unidos la gama con un modelo con disco duro de 60 Gb que cuesta 349 dólares, lo mismo que el anterior modelo de 20 Gb (que pasa a costar 299 dólares).
El resto de la familia también reduce su precio. La Xbox 360 'Arcade' (sin disco duro) pasa a costar 279 dólares y el 'Elite' (120 Gb), se rebaja a 449 dólares.
La compañía no anunció su política de precios para Europa, donde ya se vivió una rebaja en marzo. Es posible que en las próximas semanas veamos llegar el modelo de 60 Gb rondando los 300 euros.
Para los ya propietarios de la Xbox 360, una buena buena noticia: el Final Fantasy XIII saldrá también para la consola de Microsoft simultáneamente en Europa y Estados Unidos y al mismo tiempo que para la PS3 de Sony.
A la espera queda el posible mando con sensor de movimiento -en nombre clave Newton- que seguiría los pasos revolucionarios del Wii-mote o los más clásicos del Dualshock 3. Microsoft lo negó en demasiadas ocasiones, pero la Red es terca y no deja doblegarse por el 'Mundo Real' o los desmentidos de empresa
Nintendo, a lo suyo
¿Producirá este movimiento un 'efecto dominó' en la competencia? En el caso de la Wii, poco probable, por no decir imposible. La 'blanca' de Nintendo sigue arrasando en el mercado sin importar lo que haga la competencia.
Si hace unas semanas, Nintendo negaba que fuese a incorporar un reproductor de DVD, no cabe esperar grandes novedades. A lo sumo, 'golosinas' como nuevos medios de almacenamiento -compatibilidad como discos duros externos- o los colorines prometidos hace dos años.
En cuanto a la pequeña joya de la familia, quizás tengamos rediseño de la DS a la vista. El modelo 'Lite', que rompió el tabú de la edad y acercó a las consolas a miles de adultos en todo el mundo, podría tener un sucesor más contenido y portátil, pero con el mismo hardware base.
Sony, a por la remontada
Para la compañía japonesa, ya no valen las excusas. Su 'bestia' lleva año y medio en el mercado, tiempo suficiente para amortizar la pésima campaña de lanzamiento y la escasez de catálogo. A la Playstation 3 ya le toca remar, que diría un jugador de mus.
La PS3 lleva meses recortando paulatinamente la distancia con la Xbox 360, pero eso es un pobre botín para quien estaba llamada a liderar el mercado de nueva generación. Con la artillería pesada ya a la venta -GTA4 y, sobre todo, Metal Gear Solid 4-, Sony debe empezar a rentabilizar la altísima inversión realizada con la tercera versión de la 'Play'.
No será fácil. Con Wii catapultada a cifras millonarias de ventas y con menos margen de maniobra que Microsoft para bajar el precio -todavía la vende por debajo del precio de coste- tendrá que encomendarse a las mejoras de catálogo.
La portátil sufre del mismo problema que su hermana mayor. Es un magnífico dispositivo multimedia, mucho más potente que su rival directo -Nintendo DS- pero con menos capacidad de enganchar a jugadores 'casuales'.
Se agota la fórmula mágica
Éstos son precisamente el auténtico descubrimiento de una generación que se presumía seguidora del 'burro grande, ande o no ande'. Craso error. Ni centro de ocio multimedia, ni gráficos hiperrealistas, ni vídeo de alta definición: la fórmula del triunfo es atraer a nuevos jugadores con juegos sencillos y sin complicaciones.
Sin embargo, Nintendo, que se mostró intratable a la hora de enganchar a este nuevo público, podría morir de éxito. La novedad no dura eternamente y algunos juegos realmente notables -especialmente los editados bajo sello propio- no pueden ocultar la mediocridad que domina en sus catálogos.
Cierto, Supermario Galaxy, Supersmash Brawl o Metroid 3 son de lo mejorcito a lo que se puede jugar hoy en día, pero detrás de ellos, la avalancha de 'Nintendogs', 'Aprende a cocinar', o 'Quiero ser mamá' empieza a oler mal.
Si no hay gestos para el público más 'jugón', el que acaba manteniendo las ventas de consolas y juegos, Nintendo puede tener un problema. Microsoft lleva meses flirteando con la idea de tener su propio Wiimote. Seguramente Sony tampoco se quede atrás. El E3 dará en los próximos días algunas respuestas.
