David Monteagudo: "En 'Hoy he dejado la fábrica' me abro en canal"

Rata publica la última obra del escritor de Viveiro afincado en Cataluña 

David Monteagudo. CARLOS PÉREZ RULLÁN
photo_camera David Monteagudo. CARLOS PÉREZ RULLÁN

Su mujer, Olga, la primera lectora de sus textos, lo tuvo claro desde el principio. Cuando terminó Hoy he dejado la fábrica le dijo a su marido, David Monteagudo, que era su mejor libro, una obra con la que él mismo reconoce se ha abierto "en canal, sin embudos" para ofrecer su visión del mundo.

En una entrevista con Efe, el escritor nacido en Viveiro y afincado en Cataluña dice que se trata del "final de un camino estilístico", de un volumen que se parece "mucho a un dietario, aunque es más variado y ecléctico e incluso hay escritos que son auténticos relatos", con el que ha buscado "textos cada vez más sintéticos, intensos, concentrados".

Rememora el autor de Fin, convertida también en película de cine, que cuando en 2009 se dio a conocer con este libro todo lo que escribía era más largo, pero, después, "solo me salían cuentos y al final estas pequeñas historias, intensas estilísticamente, incluso con prosa poética, con las que quiero crear belleza, pero no solo por la belleza, también buscando lo conceptual".

Publicado por Rata en castellano, y con una versión catalana a cargo de su amigo Jordi Llavina, el lector que se enfrente al libro se cruzará con textos breves, de la vida cotidiana del autor, un hombre que cuando publicó su primer libro, Fin, que fue un "bombazo" de crítica y lectores, le faltó tiempo "para dejar la fábrica en la que trabajaba desde hacía catorce años".

Desde entonces, paradójicamente, no esconde que ha escrito mucho menos que antes, pero ha tenido tiempo para ejercer como ama de casa, para cuidar de sus hijos, pasear, ir en bicicleta.

No obvia que se trata de su título "más personal, en el que aparecen muchos personajes perdedores. Yo tengo claro que ahora soy un ciudadano de pleno derecho, que estoy integrado y soy reconocido, pero tengo claro que en cualquier momento puedo pasar al otro lado".

"Ahora soy un ciudadano de pleno derecho, que estoy integrado y soy reconocido, pero tengo claro que en cualquier momento puedo pasar al otro lado"

Como escritor dice que siempre mira el atractivo que pueden tener los personajes de sus relatos, desde la chica del tren que toquetea su teléfono móvil al hombre del pelo largo con "una melena que le cae por encima de los hombros".

"No soy muy partidario de los microrrelatos ni de los aforismos, porque creo que es imposible crear literatura en tres o cuatro líneas, porque se necesita una atmósfera, un desarrollo, una densidad estilística", apunta. Sin embargo, también defiende que "en una sola página se puede resumir toda una vida".

SU INFANCIA GALLEGA. En el libro ofrece retazos de la suya, de su infancia en Galicia, donde su madre era maestra y no era difícil toparse de cara con un lobo, a su juventud, moviéndose con su novia en una moto, a su madurez, con desplazamientos en bicicleta en carreteras comarcales.

Aparece una idea, "y voy escribiendo, pero luego pulo y pulo, como un artesano para que las letras fluyan, para que el lector no tropiece con las palabras".

Algunos de estos relatos ya han sido publicados en el periódico El 3 de Vuit, de Vilafranca del Penedès (Barcelona), la ciudad en la que vive desde hace años, y "algunos lectores me paran por la calle y me los comentan".

Nada adicto a las redes sociales -apenas tiene WhatsApp desde hace unas semanas-, algunos amigos le comentan que colocan en twitter sus artículos y que éstos se siguen.

A su juicio, esto ocurre porque él, que es uno de los referentes de la literatura fantástica en España, escribe "cosas auténticas, que tienen verdad y eso provoca que la gente se reconozca en ellas, que las vea reales".

Preguntado por nuevos proyectos literarios, avanza que tiene varias ideas para volver a la novela, después de una temporada en la que ha publicado únicamente textos cortos o relatos.

Asimismo, aspira "a poder permanecer, a dejar algo sólido en el ámbito de la literatura, lo que no es nada fácil, y más con todo lo que se publica".

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