Dani Fernández: "Mi gran sueño es tener hijos y disfrutarlos rodeado de música"

El exmiembro de Auryn aterriza el viernes a las 20.30 horas en la sala Tebras de Lugo con la Gira 2023 Vibra Mahou. Trae en su maleta lo mejor de Entre las dudas y el azar, un manifiesto a favor de perder el miedo a equivocarse
Dani Fernández. EP
photo_camera Dani Fernández. EP

Dani Fernández (Alcázar de San Juan, 1991) inició una carrera musical de éxito en solitario tras la separación de la boyband Auryn, de la que fue miembro.

Creció en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). ¿Cómo fue su infancia?
Como todos los niños, soñaba con dedicarme a aquello que me apasionaba, que en mi caso era la música. Yo lo tenía claro, pero en casa me decían que era algo muy complicado y que, para lograrlo, tenía que esforzarme muchísimo.

Supongo que para su familia era una complicación añadida el hecho de residir en un pueblo de La Mancha y no en una capital.
Claro, al final la familia piensa en las dificultades económicas y también en las geográficas, porque obviamente siempre hay más oportunidades en Madrid que en un pueblo de Ciudad Real. No obstante, creo que ser músico siempre es algo dificil y que hace falta mucha constancia, mucha ilusión y mucho trabajo para lograrlo.

Y, de repente, llega Eurojunior.
Se dieron muchas casualidades para que eso pasara, la verdad. Cuando era pequeño, le cogí el teléfono a mis padres y me apunté a otro concurso, que luego fue cancelado. Tiempo después, me llamaron de RTVE, porque se habían quedado con mi número, y me preguntaron si quería participar en el cásting de Eurojunior. Mis padres me apoyaron, porque sabían que era mi ilusión. Así que me presenté con 12 años y, como no llegué a nada, me presenté otra vez con 14.

En esa ocasión, fue elegido para representar a España en el festival de Eurojunior (Rumanía, 2006). ¿Cómo gestiona un niño ese subidón de adrenalina y de fama momentánea?
Mi familia me repetía que eso era algo pasajero y que tenía que disfrutar de la experiencia con los pies en la tierra. Yo, en cambio, pensaba que ya había logrado mi objetivo, que a partir de ahí iba a poder dedicarme a la música. Pero las cosas no son tan fáciles. Eso es algo que aprendes cuando maduras; en el momento, fue duro.

¿Qué fue lo peor?
Bajar de la nube. Porque, de repente, me vi aprendiendo un montón de cosas que mucha gente de mi edad no sabía; estaba coqueteando con todo lo que implica actuar sobre un escenario, coger un micrófono... Tuve que aprender a gestionar que solo era un niño y que ese no era el principio de mi carrera, sino una experiencia más, que después de Eurojunior seguía teniendo todo por hacer.

Para unos padres que tampoco saben nada de este mundo también debe ser complicado.
Totalmente. Ellos también tuvieron que aprender a gestionar todo y a ayudar a un adolescente a gestionarlo, que no es fácil. Aunque tengo que decir que ellos, a pesar de no tener ni idea del mundo de la música y de la fama, sí que tenían una base de humildad y de trabajo que habían recibido de mis abuelos y, gracias a eso, supieron educarme muy bien, apoyarme en todo, ayudarme a ser feliz...

Tuve que aprender a gestionar que solo era un niño y que ese no era el principio de mi carrera, sino una experiencia más

Parecen un pilar fundamental en su vida.
Lo son. También porque veo el apoyo que le han dado a mi hermana para que cumpla su sueño de ser enfermera, y me siento muy agradecido por todo lo que han hecho por nosotros.

¿La familia es lo más importante?
Sin duda. De hecho me importa bastante poco ser más o menos famoso o tener mucho dinero; mi mayor sueño es llegar a los 80 años y ver que he formado una familia, que tengo unos hijos a los que he podido disfrutar rodeado de lo que más me gusta, la música.

¿Ha habido muchos tropiezos para convertirse en lo que hoy es?
Muchísimos. Muchos tropiezos, muchas decepciones, muchas discusiones... Equivocarse es importante, porque al final son los errores los que te hacen aprender, conocerte y saber qué es lo que quieres. Yo empecé siendo un crío, así que tenía que equivocarme sí o sí, porque nadie nace sabiendo. Caerse te ayuda a crecer.

¿Cómo llega a Auryn?
También por pura casualidad: sigues trabajando, buscando tu oportunidad, conoces a alguien, ese otro alguien conoce a alguien más y acabáis formando una banda que, de repente, tiene éxito. La cosa empezó como el sueño de unos chavales, y lo conseguimos: llegamos a estar en lo más alto de España, con muchos conciertos, con discos, con giras...

Equivocarse es importante, porque al final son los errores los que te hacen aprender

¿Cómo se enfrenta un chaval tan joven a semejante fenómeno fan?
Pues mal, de ahí todas mis equivocaciones. Se gestiona con la educación que te han dado tus padres, con el amor que sientes por la música... Pero te acabas equivocando, porque eres joven y todo te queda grande. Nadie te enseña a vivir cosas nuevas que no has vivido antes o a ir a conciertos y que la gente esté loca contigo.

¿Por qué se separó Auryn?
Creo que era el momento de dejarlo, porque nosotros ya no estábamos a gusto, estábamos saturados y el público también se estaba alejando del proyecto.

No debió ser fácil bajarse de aquella ola.
La verdad que no. Esa época la recuerdo de manera un poco difusa, porque justamente también acababa de dejarlo con una chica con la que llevaba tres años. Fue un palo gordo eso de ver tu vida encaminada y, de repente, tener que volver a empezar. Pero, como soy adicto a la música, no pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta de que yo podía volver en solitario.

¿Diría que ahora está en una de las etapas más conscientes de su carrera?
Exacto. Diría, incluso, que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida, porque estoy siendo quien realmente quiero ser y, además, he aprendido a rodearme de personas en las que verdaderamente puedo confiar.

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