Creatividad sin limitaciones

El arte contemporáneo parece que solo puede ser disfrutado en un ambiente cosmopolita. Este, y alguno más, es el estereotipo que se rompe en QuieroUnaVaca, una antigua granja de Castro de Rei renacida como fábrica de creaciones arriesgadas
Jorge Carla, Antonio Asensi e Israel Dawood con una de sus creaciones
photo_camera Jorge Carla, Antonio Asensi e Israel Dawood con una de sus creaciones

Un taller experimental donde dar rienda suelta al artista que se lleva dentro mezclando distintas disciplinas. Así es QuieroUnaVaca, una realidad que pretende romper con las cadenas a las que muchas veces se ven sometidos los autores, de la mano de Bernardo Tejeda, su hermana y jefa de producción Amparo, y el jefe de taller, Luis Moscardó. Su inusual ubicación, en el entorno rural que ofrece Castro de Rei, juega a su favor.

Las instalaciones, que en otros tiempos albergaron cabezas de ganado, hoy se levantan como la semilla de nuevas creaciones que «buscan sorprender y calar en un público que, precisamente gracias a este contexto tan poco habitual, se hace más permeable y receptivo», comenta Bernardo, encargado de llevar la batuta del proyecto junto con Amparo y Moscardó.

Recientemente, cerraban un workshop que ha recibido la buena aceptación del público y de otros profesionales. Tres artistas valencianos, Jorge Carla, Israel Dawook y Antonio Asensi, llegaron a Castro de Rei sin conocerse de nada y comenzaron a crear algo nuevo, «sin la marca de la autoría», como recalca Bernardo.

«Realmente nos hemos conocido más y compenetrado al trabajar en conjunto», afirman Israel y Antonio al hablar de como fue la experiencia entre los tres, codo con codo. Después de crear en diez días unas 70 telas estampadas mediante la técnica de la serigrafía, en la que ninguno de ellos era experto, el resultado final fue expuesto al público y continuará su andadura en otras galerías del país.

La descontextualización favorece que el receptor se sorprenda, mirando más detenidamente y conectando con las piezas


Cada uno de ellos fue dejando a un lado su estilo propio para dar lugar a una fusión que a nadie dejó indiferente. «A veces incluso nos copiábamos las ideas», recuerda Asensio. Por su parte, Jorge Carla asegura que «en mi caso, me he inspirado en el lugar en el que nos encontramos, retratando a personajes históricos de la zona combinados con lo que ya conocía». Ahora, estos valencianos continuarán su recorrido por separado presentando las exposiciones que ya tienen organizadas para meses venideros.

Pero esta no es la primera actividad artística que tiene lugar en esta antigua granja. Con anterioridad, el diseñador búlgaro Dragomir Krasimirov transformó los alredores del local en una auténtica pasarela, en una performance que mezclaba motivos de la obra lorquiana ‘La casa de Bernarda Alba’ con esculturas del propio Tejeda. Así mismo, exposiciones como la del pintor Jorge López, ‘Bad Rabbit’, el proyecto audiovisual ‘Tote Hasen’, de la mano del andaluz García Roldán, u ‘Ortopedia y furia’, de Jorge Carla y Luis Moscardó, son algunos de los muchos eventos y trabajos que se han llevado a cabo desde que QuieroUnaVaca abriera sus puertas públicamente en 2012.

Para Bernardo, esta no es simplemente una galería de arte contemporáneo, en el sentido de que las obras ya finalizadas son expuestas abiertamente. «Nunca hacemos hincapié en la presentación, sino en el trabajo diario que hay detrás que es lo que realmente cuenta para nosotros, a pesar de que no siempre se muestre o se perciba», dice Tejeda. Por ello, prefiere calificar el lugar como un punto de encuentro en el que experimentar y crear nuevas figuras que abran puertas a la creación.

La ausencia de un calendario estricto a largo plazo permite a los promotores de esta factoría de la imaginación dejarse llevar por la espontaneidad y «lo que surja». De todos modos, está previsto que en septiembre lleguen nuevos artistas, así como probar suerte con otras disciplinas como el teatro o la danza contemporáneos.

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