Carlos Sobera: ''A lo que aspiro es a convertirme en un galán maduro''

A los cincuenta años, y más de quince montajes teatrales después de su debut con 'La Espuela' en Baracaldo, Carlos Sobera llega mañana a Galicia para meterse en la piel del señor Rose, que inmortalizó en el cine Michael Douglas. A su lado, como su esposa, Mar Regueras.

Carlos Sobera se inició en el teatro hace más de tres décadas, pero su imagen se popularizó — tras escribir guiones, hacer cine e incluso impartir clases en la Universidad— como presentador del concurso '¿Quién quiere ser millonario?'. Su verdadera pasión es el teatro y desde mañana lo demuestra en el teatro Colón de A Coruña, con la representación de la adaptación de 'La guerra de los Rose'.

Pregunta: No es su primera vez en Galicia, porque ya en 1995 trabajó como guionista para la TVG.

Respuesta: Es verdad, he estado haciendo teatro en Santiago de Compostela, estuve con 'Palabras encadenadas'... Galicia para mí es una tierra importante a nivel profesional. Mi estreno como guionista fue con el primer concurso que creé junto a Koldo Azkarreta y la primera televisión a la que se lo vendimos fue la TVG. Tengo muy buenos recuerdos de aquello.

P: ¿Cómo nace la adaptación que mañana presentan en A Coruña?

R: Es un proyecto de Ados Teatro, una compañía vasca de toda la vida, de Guipúzcoa. Se puso en contacto conmigo hace cosa de un año y me ofrecieron hacer de protagonista. Les dije que encantado, comenzamos a ensayar en septiembre y arrancamos en octubre.
Usted interpreta el papel que en la película hace Michael Douglas... Salvando las distancias, porque como todo el mundo sabe Michael Douglas es un actor más joven y mucho más feo que yo (risas).

P: ¿Qué diferencia la obra del filme?

R: El tono. Es curioso que mucha gente recuerda la película como una comedia, tenía un componente dramático importante. La función es en clave de comedia.

P: Mar Regueras, ex compañera sentimental de Toni Cantó, interpreta el papel que en el cine corresponde a Kathleen Turner. ¿Qué se aportan entre ustedes en el escenario?

R: Los actores —aparecen Koldo Losada y Xabi San Sebastián— congeniamos muy bien y fluye todo con naturalidad. Estamos encantados de trabajar juntos.

P: ¿Qué es lo que se va a encontrar el público sobre el escenario?

R: Una comedia, mucha risa, diversión, y momentos de ternura y reflexión. La obra trata de analizar desde la perspectiva del humor y la ironía la degradación del amor en una pareja y las consecuencias, a veces terribles, a que pueden llegar dos personas enamoradas. Hay reflexión en un ambiente de alta comedia a veces negra.

P: Tiene experiencia en el teatro, en el cine, en la tele... ¿Dónde se siente más cómodo? ¿Tiene algún otro trabajo fuera de los escenarios?

R: Sí, trabajo en una funeraria también (risas). Me gusta mucho el teatro porque creo que el contacto con el público es lo más agradecido para un actor. Esa experiencia es única. Las sensaciones que te aporta una actuación en directo no te las da ningún otro tipo de espectáculo. La tele me gusta mucho porque es un medio muy caótico pero también es muy fresco, muy espontáneo, y eso son valores que agradecemos mucho los actores y los comunicadores; la posibilidad de tener una libertad que, sin embargo, no existen en teatro o cine. Son medios más rígidos.

P: ¿Tiene pensado trabajar en cine en Galicia, si se lo ofreciesen?

R: Uno de los pocos trabajos con el que estoy contento de los que hice en cine fue con un gallego, con Antón Reixa, en 'El lápiz del carpintero'. Fue un papel pequeñito que me dio muchas satisfacciones y que quedó muy bien. Creo que hay que afrontar los medios cuando uno está preparado para hacerlo, y probablemente en el cine no estaba tan preparado como en tele o en teatro cuando empecé en los años 90. También en eso me ha llegado la madurez, así que aspiro a convertirme en un galán maduro, en un galán anciano...

P: Hay muchos actores que prefieren el teatro al cine. ¿A usted qué disciplina le gusta más?

R: En términos artísticos la plenitud se alcanza en el teatro. El actor siente la necesidad de dominar el proceso de interpretación, creación del personaje, desarrollo, puesta en escena... Eso en el cine, incluso en la televisión, no es fácil hacerlo; primero, por la técnica de trabajo, de rodaje, que va por secuencias aisladas en el tiempo. No existe una secuenciación lógica ni temporal, e incluso para rodar una secuencia la fragmentas en tantos planos que tener sentido global es muy complicado. Siempre dependes de quienes te rodean, la configuración del plano, la iluminación... Tienes que decir lo que tienes que decir o hacer. No puedes girarte porque te sales de plano... Son muchos factores que condicionan y a veces limitan. Cuando haces teatro eres un dominador absoluto de todo el proceso y eso es extraordinario para un actor.

P: Dio clases de Derecho de la Publicidad en la facultad de periodismo del País Vasco. ¿Cómo ve esta profesión? ¿Tiene algo de teatro?

R: Los periodistas son comunicadores, y los abogados también, como lo somos los presentadores o los actores. Es así. Manejamos todos una misma estructura basal del lenguaje, de comunicación no verbal, unos recursos... y nos dirigimos a un público, más pequeño o mayor. Son tres profesiones muy ligadas. Por eso hay tantas series de televisión de periodistas y abogados.

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