Beatriz Hernanz Angulo: "Sin poesía no sabría vivir"

"Pontevedra está siempre en mi corazón". Aunque los compromisos profesionales no dejen a Beatriz Hernanz Angulo venir a su ciudad tanto como a ella le gustaría. Poeta y crítica literaria, la directora de Cultura del Cervantes es una de las coordinadoras de la programación del IV centenario de la muerte del autor del Quijote. "Un motivo de orgullo".
La escritora Beatriz Hernanz Angulo esta semana junto al Café Savoy
photo_camera La escritora Beatriz Hernanz Angulo esta semana junto al Café Savoy

"INVENTARÉ / palabras nuevas/para hablar/ con tus silencios". Los versos son de Beatriz Hernanz Angulo (Pontevedra, 1963), la actual directora de Cultura del Instituto Cervantes, un organismo fundamental en la difusión del patrimonio lingüístico español en todo el mundo. "Pero no solo eso: también del conjunto de lenguas y culturas que tenemos en España", corrige. "Ahora mismo se puede ver en nuestra sede, en Madrid, la exposición que se le dedicó al fotógrafo José Suárez en la Cidade da Cultura. Está teniendo un gran éxito y esperamos impulsar aún más su difusión. Ese es también nuestro trabajo".

Doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, Hernanz Angulo ha simultaneado la docencia universitaria, la crítica literaria, la gestión cultural y educativa y la creación literaria, a lo largo de una carrera que incluye media docena de títulos de poesía y traducciones de Eugenio Montale, Edward Estlin Cummings y Wislawa Szymborska. Hermana del abogado, gestor deportivo y árbitro Rafael Hernanz Angulo, fallecido en 2011, reconoce que la añoranza que siente por Pontevedra es tan poderosa como la que siente por la figura de alguien que fue fundamental en su vida y que sigue teniendo muy presente. "Pontevedra es uno de esos lugares en los que he sido feliz. Por eso también cuesta volver. Porque es volver a mi infancia, que transcurrió toda aquí, hasta los 16 años, y por muchas otras cosas. ‘Tal vez quede algún resto tuyo’, escribí en algún poema. La presencia de mi hermano y de mi madre es todavía muy fuerte. Y mi hermano adoraba Pontevedra. Era una de esas personas que impregnaban de algo bueno todo lo que les rodeaba. Por eso el vacío que ha dejado es tan grande. En Madrid echo de menos el mar, echo de menos a la familia. Pero el trabajo y la vida se complican y una no puede venir todo lo que le gustaría. Aún así, yo no me olvido de Pontevedra nunca. Está siempre en mi corazón". 

"Mi hermano era una de esas personas que impregnaban de algo bueno todo lo que les rodeaba. Ha dejado un enorme vacío"

Usted sustituyó como directora de Cultura del Instituto Cervantes a otra pontevedresa, Montserrat Iglesias.
Sí, es cierto. Ha sido una coincidencia feliz. Fíjate que yo no conocía a Montse, pero ahora hasta hemos trabajado juntas porque ella es la actual directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), que es una de las instituciones dependientes de la Secretaría de Estado de Cultura con la que trabajamos estrechamente. Para el instituto es importantísimo mantener e intensificar su relación con organismos públicos y privados para poder sacar adelante proyectos en común. Otro caso, por ejemplo, es el de Acción Cultural Española (AC/E), con el que hemos trabajado mucho este año. 

Directora de Cultura del Instituto Cervantes. ¿En qué consiste su cargo exactamente?
Fundamentalmente en la coordinación de actividades y de líneas estratégicas de trabajo, en lo que a acciones culturales se refiere, del Instituto Cervantes, tanto para los 90 centros como para las 60 bibliotecas que la institución tiene en todo el mundo. Exige mucho trabajo y mucha responsabilidad, pero es realmente un reto precioso. En definitiva, de lo que se trata es de ayudar a difundir la cultura española en su conjunto y con todas sus variantes, que para eso tenemos la suerte de vivir en una tierra tan rica, diversa y compleja como la nuestra. 

"Este cargo es una responsabilidad gozosa. Exige mucho trabajo, pero es realmente un reto precioso"

Este año están volcados en el IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.
Totalmente. Mira, acabo de llegar de Monforte de Lemos (Lugo), del encuentro ‘España Creativa’ que se ha centrado en la universilidad y vigencia de Cervantes. Porque aunque hayan pasado 400 años de su muerte, Cervantes sigue resultando actual. Ahí reside también el genio. En un marco maravilloso, hemos hablado del mecenazgo del Conde de Lemos, protector al que dedicó la segunda parte del Quijote, y hemos hablado del prólogo de ‘Los trabajos de Persiles y Sigismunda’, que es algo así como el testamento de Cervantes, donde explica que, a pesar de estar en sus últimos momentos, a pesar de haber recibido ya la extrema unción, aún le mueven los deseos de vivir. Eso es toda una lección que nos da el maestro. Aunque haya dificultad y enfermedad, Cervantes nos dice que por encima de todo tiene que prevalecer el deseo de vivir. Este año hemos organizado debates y mesas redondas, montado exposiciones, promovido publicaciones... De hecho, tenemos una exposición sobre la vida de Cervantes a través de una relectura de su obra de teatro ‘El retablo de las maravillas, de la que se han encargado dos dibujantes gallegos, Miguelanxo Prado y David Rubín. En total desarrollamos más de 600 actividades en todo el mundo. 

Habla con entusiasmo del trabajo que realiza.
Para mí es una responsabilidad gozosa. En el mundo cultural es en lo que he trabajado desde que era estudiante universitaria. Yo ya hacía mis pinitos en la gestión cultural colaborando en los cursos de verano de la Universidad Complutense. Aquello no fue un máster formal, pero en la práctica me ayudó muchísimo y me llevó a conocer incluso a Premios Nobel. Fue una experiencia preciosa, una oportunidad única de la que aprendí muchísimo. Además yo soy de las que cree firmemente que la cultura es la forma de mejorar los pueblos. Porque la cultura nos hace mejores personas. Es lo que nos diferencia de los animales. Te ayuda a conocerte a ti mismo y a los otros. Nos hace más tolerantes. La convivencia siempre es mejor a través de la cultura. Por eso es una gran responsabilidad cuidarla. El ciudadano debe implicarse también en esta tarea, debe estar orgulloso de la cultura en la que ha nacido y vivido. Porque se trata, en definitiva, de sumar, no restar. 

El Instituto Cervantes acaba de celebrar el Día del Español...
El Día del Español son todos los días. 

"Debemos estar orgullosos de nuestra lengua y nuestra cultura. Los españoles no ponemos en valor lo que tenemos"

Pero el Instituto le dedica un día concreto de celebración cada verano. ¿Necesita una conmemoración de este tipo un idioma que hablan 500 millones de personas en el mundo?
Es una excusa para celebrar una fiesta alrededor de un idioma y una cultura. Nuestra lengua tiene una enorme dimensión ahora mismo en el mundo y conviene no olvidarlo. Porque a veces se olvida o no se tiene en consideración. Ahora mismo se habla más español en Estados Unidos que en España. Es un dato importante. Y en toda Latinoamérica no encontrarás un solo país en el que la gente no esté orgullosa de su idioma. Por otro lado, aquí lo que sucede es que muchas veces los españoles no ponemos en valor lo que tenemos. 

"Tenemos la tradición de vendernos mal", ha dicho en alguna entrevista.
Yo simplemente digo que tenemos que estar orgullosos de tener una cultura y una lengua como las nuestras. Porque no somos conscientes de lo que tenemos. Eso no significa que tengamos que ser vanidosos o ponernos pomposos. No es eso. No somos ni mejores ni peores que nadie, acumulamos triunfos y desastres como todos los países del mundo. Por supuesto, de los errores hay que aprender. Pero, a veces, nos dedicamos a descontextualizar las cosas y tampoco es eso. Porque hay razones para estar orgullosos. Muchas. Tenemos que tener ese orgullo constructivo y presumir de nuestra riqueza y de nuestra diversidad. 

"La lengua es la patria del ser humano". Rilke le discutiría que lo es la infancia. 
También, también. Pero el idioma nos marca precisamente desde la infancia. Están tremendamente relacionadas la lengua y la niñez. 

"La narrativa puede ser maravillosa, pero está condicionada por el mercado. La poesía se mantiene al margen del negocio"

¿Qué es la poesía para usted?
El aire que respiro. Sin poesía no sabría vivir. Lo impregna todo para mí, impregna la vida. La poesía siempre ha sido esa depuración de lo que es la existencia. Por eso los antiguos le daban tanta importancia. Era el género sagrado. Se vinculaba con la vida y con el sentido de la trascendencia. Va mucho más allá del sentido romántico que podría dársele al género en la actualidad. Es una forma de leer el mundo. 

Otra cita suya: "Creo que la poesía es el espacio en el que podemos sentirnos realmente libres".
Sí, claro. La narrativa es maravillosa, pero quizás está demasiado condicionada por el mercado editorial y sus leyes. La poesía se mantiene bastante al margen del negocio. Por lo menos, yo lo veo así. Te permite decir lo que quieres y cómo quieres. Hoy por hoy, para mí es el género en el que el autor se siente mucho más libre. 

Es usted una autora a la que han prologado José Caballero Bonald y Francisco Umbral, entre otros.
También Rafael Cadenas, que me hizo un poema-prólogo precioso. Para mí, es uno de los poetas en lengua española más importantes de la actualidad. Lo que pasa es que, volviendo a lo de antes, es un autor absolutamente libérrimo, fuera de los circuitos comerciales, no entiende de marketing, pero es extraordinario. Paco Umbral, para mí, es un maestro de la literatura periodística, esa que inauguró Mariano José de Larra convirtiendo el artículo periodístico en género literario y que, por cierto, es algo que sigue muy vivo. Ver a Umbral en acción, como con un adjetivo era capaz de describir algo para lo que cualquier otro necesitaría dos párrafos, era espectacular. A pesar de ese personaje gruñón que se encargó de crear, era un tipo de una enorme sensibilidad. Y Caballero Bonald es un poeta deslumbrante y con un sentido de la ética que le convierte en un referente. 

¿Tiene tiempo para escribir?
Robándole horas al sueño. Quizás este año pueda tener listos unos poemas, muy importantes para mí, que han sido muy difíciles de escribir, porque quizás todavía no era el momento. Pero ahora siento que puede serlo. 

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