Arte Bronce, la única fundición de Galicia

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Goián, dentro del concello de Tomiño (Pontevedra) esconde en el medio de su belleza natural un proyecto artístico y artesanal único en Galicia: el taller Arte Bronce, la única fundición de la comunidad.

Cuqui Piñeiro, hija del escultor Xoan Piñeiro, creó esta empresa en 1991 a partir del taller en el que trabajaba su padre desde 1970, con la intención de conservar la técnica para crear
esculturas a partir de cobre, estaño y variables cantidades de otros metales. Y hoy en
día Arte Bronce es una referencia a la que acuden escultores, instituciones y particulares a
convertir en realidad sus ideas y bocetos en escayola.

Gracias a la calidad de su trabajo, a la versatilidad de sus instalaciones (que pueden con casi cualquier cosa que esté hecha en bronce) y a que sus precios son más bajos que la mayoría de las fundiciones del Estado, Cuqui Piñeiro logró superar los problemas de ser una mujer empresaria a comienzos de los 90 y convertir su taller en una referencia a nivel gallego. "Pero aún así, hay instituciones que prefieren hacer los encargos en Madrid... Así es este país,", bromea.

Obra pública y privada
De su horno han salido conocidas piezas de obra pública. Algunas son diseños ajenos, como el Monumento a Pelúde situado en el interior de la muralla de Lugo (de Fernándo García Blanco), la estatua de Emilia Pardo Bazán en los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña (un trabajo de Manolo Ferreiro), o el capitán Nemo que adorna el puerto pesquero de Vigo (obra de José Molares). Otras son trabajos propios, como o Monumento ao Párroco Don Evaristo, no Carballiño (Ourense) e o Neptuno de Vilanova de Cerveira (Portugal).

También en su taller se crean las obras privadas de escultores como Acisclo ManzanoRamón Conde, José Ortiz, Carlos Salas, Paulo González Díaz, la rumana Denisa Curta o la francesa Jane Conil. Cuqui Piñeiro asegura que la mayoría de ellos son "clientes fieles", porque saben que dejan su trabajo en buenas manos.

"Es una relación de confianza, ellos corren el riesgo de que decidamos cambiar cosas de sus piezas, o reproducirlas después pirateades, ya que tenemos el molde, pero tenemos un historial impecable en ese sentido. Muchas veces, nos dan su boceto y sólo acuden a firmar (ríe)".

Servicio completo en todo tipo de piezas
Y es así por que, tanto a particulares como a instituciones, Arte Bronce les ofrece un servicio completo, que no acaba con la fabrlcación de la pieza. También se encargan de su traslado y colocación, así como de la realización de prototipos y copias, en distinto tamaño si es necesario, desde 5 centímetros hasta 6 metros.

Se encargan de piezas planas o en volumen, de creaciones únicas o de series de hasta 500 ejemplares, lo que significa que cualquiera que necesite un trabajo en bronce, aunque sea por un capricho personal, puede acudir a la fundición de Goián. "No tenemos trabajos favoritos, nos matamos con cada pieza que entra. Todas son un pequeño reto en este trabajo, porque en seguida ves el fruto de tu esfuerzo, en seguida se nota lo que haces bien y lo que haces mal, por eso es tan satisfactorio", declara Cuqui Piñeiro.

Secretos bien guardados
No obstante, su trabajo encierra una gran difícultad, porque necesita de mucha "infraestructura industrial y conocimiento creativo", lo que explica, según Piñeiro, que no tengan competencia. Los trabajadores de una fundición tienen que ocuparse del modelado, las aleaciones, la soldadura, de manejar la maquinaria y de darle a la pieza el toque y el aspecto que el artista está buscando. Unas habilidades que no muchos pueden aprender, y que menos aún están dispuestos a enseñar.

"Ninguna escuela da clases, y pcoas funciones están dispuestas a coger aprendices, porque a todos nos cuesta mucho llegar a un nivel profesional, y no estamos dispuéstos a repartir alegremente ese conocimiento ", explica la escultora y artesana. Ella aprendió del ayudante de su padre, y a su vez de enseñó a los tres empleados que trabajan con ella en el taller, para crear un equipo compenetrado.

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