Eugenio Piñeiro Mejuto: "escribir ciencia ficción me permite ir más allá de los límites establecidos"

Eugenio Piñeiro se está abriendo hueco en el panorama de la literatura de ciencia ficción con sus tres novelas: ‘El heraldo del caos’, ‘El observador’ y ‘La odisea de Tashiko’.

Eugenio Piñeiro. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Eugenio Piñeiro. VICTORIA RODRÍGUEZ

Al escribir historias de ciencia ficción, no hay límites para su imaginación a la hora de crear. ¿Eso complica o facilita la escritura?
Más bien la facilita. La ciencia ficción no es como el género histórico, en el que hay que documentarse para saber qué aparato estaba ya inventado o si ya existía o no este u otro país. Además, escribir ciencia ficción me permite ir más allá de los límites establecidos, ya sea por las leyes de la naturaleza o por las leyes humanas.

¿Es difícil ser escritor de ciencia ficción en el panorama literario español de hoy en día?
Sí, porque existe la leyenda urbana de que no hay tradición de ciencia ficción en España. Pero eso es falso. ¿Han visto esos libritos de la editorial Bruguera, pequeños, de portadas llamativas y firmadas por nombres anglosajones? Pues esos autores son españoles. Es decir, que existe tradición de ciencia ficción es España desde los 70. Lo que ocurre es que esos libros se firmaban con nombres ingleses para burlar la censura franquista, porque abundaban el sexo y la violencia.

¿Cómo un licenciado en biología acaba escribiendo ciencia ficción?
Siempre he querido escribir, porque gozo de una facilidad innata para inventarme historias y desarrollarlas. De hecho, los últimos años de la carrera los hice porque quería terminarla de una vez y pasar a otra cosa. Y antes de ser escritor, intenté ser dibujante de cómics.

¿Por qué se define como mangaka frustrado?
Porque no encontraba editorial que quisiera publicar mis trabajos. Además, hacer un cómic es un trabajo laborioso cuando se trabaja solo. Es mucho trabajo y no pienso volver a hacerlo a no ser que alguien me haga un contrato antes. Así que me he quedado de escritor, que no hay que trabajar tanto.

Sus novelas están orientadas al público adulto. Entonces, ¿por qué la mayoría de sus protagonistas son jóvenes?
Por que para un joven, todo lo que ve es nuevo, algo que hay que comprender. Por lo tanto, me viene muy bien a la hora de escribir ciencia ficción. Así, el lector irá descubriendo un nuevo universo al mismo tiempo que el protagonista.

En la novela El observador, hace una llamada de atención sobre el mundo informatizado y los peligros que entraña. ¿Por qué hace esta referencia?
No, más bien hago una denuncia de lo que yo llamo el trogloditismo. Hoy en día, cualquiera puede tener todo el conocimiento humano al alcance de su mano con único click, pero la gente sigue usando esta tecnología para satisfacer sus instintos más básicos, los que hemos heredado de nuestros antepasados trogloditas.

También le gusta el género de terror. ¿Para cuándo un libro de estas características?
Tengo uno en la recámara. Todavía estoy buscando editorial para publicarlo. De momento, os puedo decir que se parece a Dead Space, pero sin necromorfos.

¿Por qué en sus obras son tan importantes el sexo y el erotismo?
Porque me ayuda a que el lector se identifique con los personajes. Por otra parte, en una de las últimas críticas que se me ha hecho, se llegó a sugerir que estaba un pelín obsesionado con el sexo. Y sí, estoy obsesionado, pero con los prejuicios, ya sea en torno al sexo, a la religión o a la política. Es otra de las razones para escribir ciencia ficción, poder hablar de estos temas sin que después me miren mal por la calle.

En sus obras, al igual que en sus dibujos, las mujeres protagonistas o con relevancia son bastantes guerreras, pero además, son siempre esculturales, sensuales o explosivas. ¿Por qué esta tendencia a la hipersexualizacion femenina?
Dibujo mujeres guapas porque son muy difíciles de dibujar. Los grandes autores de cómic saben dibujar mujeres bonitas. Sería el caso de Luis Royo, mi más grande referencia a la hora de ilustrar mis historias. Y en cuanto a la hipersexualización, me mosquea bastante que se me comente. Con La odisea de Tashiko, se me critica que la protagonista está demasiada sexualizada. Y yo me pregunto si me harían esta misma crítica si Tahsiko fuera un chico.

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