Tipos de prótesis de pene para tratar la disfunción eréctil

Una prótesis del pene es un dispositivo que se inserta en el interior del órgano sexual masculino para lograr una erección en aquellos pacientes que sufren de disfunción eréctil severa. Se trata del único tratamiento que soluciona de manera definitiva este problema, independientemente de cuál sea su origen.

Según el estudio de la Asociación para la Investigación en Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AISD-AP), realizado sobre 3.600 hombres en toda España, más del 42% de los adultos presentan problemas de disfunción eréctil. Muy probablemente, el primer tratamiento en el que se piense cuando se habla de este problema sea la Viagra, ya que es uno de los tratamientos farmacológicos más populares. Sin embargo, para alrededor de un 15% de hombres con disfunción eréctil, los tratamientos farmacológicos o las inyecciones intra-cavernosas no son efectivas, por lo que requieren de un implante de prótesis de pene para mantener activa su vida sexual.

Estos nuevos dispositivos han demostrado excelentes resultados, siendo seguros y fáciles de usar. Básicamente, existen dos tipos de implante de pene y es importante conocer sus características, una vez que el paciente ha sido diagnosticado con disfunción eréctil y se ha valorado su implantación, para elegir el más adecuado a cada caso particular.

Prótesis de pene maleables o semirrígidas

Las prótesis de pene maleables son dispositivos médicos, que se implanta mediante cirugía, y que tiene la capacidad de mantener la forma que se les dé. Son parcialmente rígidas, pero lo suficientemente flexibles para poder modificarla cómo y cuándo el paciente lo desee.

Dispone de dos barras cilíndricas de silicona, un material suave y elástico que se introduce justo en el sitio anatómico donde se produce la erección en el hombre. Dentro de estos cilindros se localiza el material maleable de metal que le dará consistencia a la erección.

Los modelos comerciales más comunes de prótesis maleables son Omniphase® y Duraphase®, mientras que hay un subtipo más moderno de esta variante prótesis de pene, llamado Flexirod®. Al igual que en el caso anteriormente mencionado, cuenta con barras de silicona rígida, pero también con una especie de articulación interna que facilita la simulación de los estados de flacidez del miembro viril, ofreciendo una aspecto algo más realista.

Ventajas y desventajas

Las principales ventajas de las prótesis de pene maleable es que permite mantener erecciones duraderas y satisfactorias muy parecidas a las naturales, son fáciles de manipular y las más económicas del mercado. Cabe destacar que el tipo de cirugía que requiere es muy sencillo y está libre de fallos mecánicos puesto que su mecanismo y funcionamiento no es complicado.

El principal inconveniente que presenta este tipo de prótesis es que siempre mantiene el mismo nivel de rigidez, tan solo cambia la posición hacia arriba o hacia abajo, por lo que es más difícil disimular la erección en estados de flacidez.

Prótesis de pene hidráulica / inflable de dos o tres componentes

Son prótesis que están alcanzando un alto nivel de popularidad debido a sus mejores prestaciones, llegando a conseguir estados de flacidez y erección muy naturales.

Consisten en barras huecas de silicona que se introducen en los cuerpos cavernosos, pero, a diferencia de las anteriores, se llenan de una solución salina mediante un mecanismo hidráulico. Este mecanismo se encarga de bombear el líquido cuando se desea un la erección.  

Los modelos comerciales más comunes de prótesis de tres cuerpos o hinchables son Coloplast (con su modelo estrella "Titan") y AMS (modelo 700 es el más "famoso").

Ventajas y desventajas

Las principales ventajas es que producen erecciones más duraderas y satisfactorias y el paciente manipula el estado de flacidez y rigidez a su gusto con un pulsador o bomba. Son las prótesis que mejor representan el aspecto de una erección natural y el estado de flacidez del miembro viril.

Los principales inconvenientes es que se tratan de prótesis de pene más caras que las maleables, que funcionan con un mecanismo más complejo y que requieren una cirugía de implantación más larga, que conlleva una recuperación más cuidadosa.

Motivos para considerar un implante de pene

La disfunción eréctil es un trastorno bastante frecuente, aunque muchos hombres no quieren hablar de él. Los motivos esenciales para dejar de lado tabús y plantearse una intervención quirúrgica para implantar una prótesis de pene son las siguientes.

En primer lugar, la alta tasa de satisfacción de los pacientes, significativamente mayor si se compara con los que recurren a otros tipos de tratamientos.

En segundo lugar, se trata de un tratamiento muy discreto, que requiere de una intervención sencilla y con un mínimo tiempo de recuperación, especialmente cunado se colocan prótesis maleables. Aunque cada hombre es diferente, el tiempo de recuperación suele ser de entre cuatro y seis semana desde la colocación de un implante. Pasado este periodo, cuando se haya recuperado por completo, el hombre puede comenzar a disfrutar del sexo de nuevo.

En tercer lugar, en el plano económico, los implantes peneanos son el tratamiento menos costoso para la disfunción eréctil en un período de 10 años.

Por último, muchos seguros incluyen la cobertura de los implantes de pene cuando estos son recetados por un médico.