Préstamos rápidos como solución a los gastos imprevistos

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Hay gastos que aparecen de repente, sin avisar, y solo nos queda como alternativa pedir ayuda para cubrir el pago de inmediato

En ocasiones ocurren situaciones que se salen de nuestro control traduciéndose en un cúmulo de gastos que se convierten en un grande esfuerzo para nuestra economía, hasta el punto de no poder pagarlo todo. Una solución inmediata son los préstamos rápidos que cubrirán tus necesidades en el instante para no tener que preocuparte de retrasarte con los pagos. Obviamente, deberás de tener un plan económico para recaudar el capital que debes devolver al banco o a la empresa encargada del préstamo.

Los préstamos de este tipo son los más demandados por la sociedad, ya que normalmente son las empresas las que se hacen cargo de estos trámites. Los bancos han dejado de tener crédito después de la dura crisis económica que lleva afectando nuestro país desde el 2008. Algunas entidades bancarias han sido rescatadas por el Estado para que la economía no cayera en picado. De modo que no están en condiciones de otorgar créditos a la gente. Las empresas, muy inteligentemente, han aprovechado esta carencia para hacerse con este mercado del préstamo rápido y así ofrece ayuda a personas que lo necesitan.

Ventajas de pedir un préstamo rápido

Si bien es cierto que los préstamos rápidos solucionan problemáticas de manera instantánea y favorecen a los usuarios de muchas maneras, por lo que poseen algunas ventajas que no nos podemos perder. No obstante, también hay desventajas que hay que tener en cuenta antes de meternos en una gestión como esta.

Si estás pensando en solicitar este tipo de préstamo, debes tener en cuenta las características y condiciones de la empresa prestamista. Primero, lo más recomendable es informarse de que lo que hemos negociado y contratado está adaptado a nuestras necesidades financieras. Además, deberemos de prever el futuro para planificar el modo de devolución de tal préstamo.

Veremos algunos de los principales beneficios de pedir un préstamo rápido. La ventaja fundamental y principal es la rapidez en la que el préstamo es concedido, así como la forma sencilla y fácil para solicitarlo. Si lo solicitas por Internet, la gestión necesaria se basa en rellenar un documento de manera online. Por lo que ni siquiera necesitas moverte de casa para realizar los trámites al respecto. La misma empresa lo gestiona todo e informa del procedimiento. Sin embargo, debes de comprobar por mismo o por ti misma la letra pequeña, ya que algunas empresas no clarifican bien sus condiciones, y muchos usuarios se han llevado desagradables sorpresas después de aceptar el préstamo. Así que no corras riesgos y asegúrate de que todo está en orden.

Otras ventajas de pedir un préstamo rápido son las siguientes:

  • Se pueden obtener hasta 10.000 euros en tan solo un día, sin necesitar ningún tipo de aval para respaldar tu economía. La única garantía que depositas en el trato es la de la persona que la solicitado el crédito. Por lo que, en caso de impago, al no existir un aval, la empresa no podrá embargar tus bienes. Esto es importante, ya que, durante el boom de préstamos en la famosa burbuja inmobiliaria, antes de la crisis financiera, muchas personas pidieron préstamos al banco otorgando un aval para ello. Posteriormente, las personas que no pudieron pagarlo perdieron todos sus bienes, normalmente su vivienda. De ahí la cantidad de desahucios que hemos observado en los últimos años.
  • No se necesitan muchos documentos para formalizar el trámite. Entregando el formulario de solicitud, obtendremos una respuesta rápida sobre la aceptación o la denegación. En caso de confirmarse lo único que necesitamos es mandar una serie de documentos personales a través del email como nuestro DNI, la cuenta bancaria o un recibo y una nómina.
  • Las empresas prestamistas no te piden explicaciones porque no les interesa para qué necesitas el dinero. Tus necesidades son personales y ellos no se incumben en el uso que harás del dinero.
  • La pedida del préstamo no va acompañada de otros servicios supletorios como ocurre con las entidades bancarias. Es decir, que no necesitas un seguro complementario o una tarjeta de la entidad en cuestión.
  • Tanto un particular como una empresa puede solicitar este tipo de préstamo, de modo que no se discrimina a ninguna entidad en concreto. Si cumples las exigencias y aceptas las condiciones, puedes obtener el préstamo rápido independientemente de tu procedencia.
  • En cuanto a la devolución del dinero tú decides las cuotas que mejor se adapten a tus necesidades. Puedes seleccionar la forma de pago y la cuantía que depositarás por mes. Así como durante cuánto tiempo crees que necesitas para devolverlo. De modo que puedes organizar tu propio plan de devolución dependiendo de tu situación económica.