Cada vez son más las personas y las empresas que han tomado conciencia acerca del impacto negativo que tienen sus acciones en el medioambiente. Incluso, diferentes gobiernos alrededor del mundo han establecido normativas que buscan minimizar la huella de carbono.
Por supuesto, el sector de la construcción no es ajeno a esto, por lo que actualmente cuenta con una serie de parámetros y soluciones sustentables y eco amigables que permiten generar el menor daño posible.
Nos referimos a la construcción sostenible, un método que busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ser respetuoso con el entorno.
¿Qué es la construcción sostenible?
La construcción sostenible es aquella en la que se utilizan técnicas eficientes y materiales sustentables, como los que se pueden encontrar en plb.cat, para realizar edificaciones capaces de satisfacer las necesidades de los usuarios, sin que esto genere daños al entorno natural o comprometa los recursos.
En este sentido, los constructores toman en cuenta aspectos que les permitan disminuir en la mayor medida posible las emisiones contaminantes asociadas a los materiales y al proceso de construcción.
De igual forma, pretenden que una vez listas las edificaciones, estas sean eficientes, es decir, puedan respetar los principios ecológicos y aprovechar al máximo las energías renovables para su funcionamiento.
Elementos para lograr una construcción sostenible
Para que una construcción sea considerada como sostenible, es necesario que se cumplan los siguientes elementos fundamentales:
Ubicación de la construcción
La ubicación adecuada de una edificación sostenible es fundamental para poder controlar su demanda energética. En este sentido, es posible aprovechar la radiación solar y la energía eólica para minimizar el uso de energías convencionales.
Por otra parte, este tipo de construcción debe adaptarse e integrarse al entorno que le rodea para reducir el impacto medioambiental de la misma.
Uso de materiales sostenibles
Los materiales sostenibles son todos aquellos que se han fabricado con el uso de materias primas orgánicas o recicladas y bajo procedimientos respetuosos con el entorno. Una vez listos, permiten el aprovechamiento de los recursos naturales, no son contaminantes y pueden reciclarse.
Ejemplo de esto es la tabiquería seca, un material de fácil instalación que además de estar hecho con un material natural como el yeso, aporta excelente aislamiento térmico y acústico, por lo que sin dudas, su uso contribuye a la conservación medioambiental.
Utilización eficiente del agua
Para nadie es un secreto que las construcciones convencionales suponen un gasto desmedido de agua y otros recursos. En el caso de las construcciones sostenibles se pretende utilizar conscientemente el vital líquido, esto mediante su reutilización y mediante el aprovechamiento de las aguas de lluvia.
En cualquier caso, deben pasar por un proceso de filtrado y purificación que garantice su calidad.
Eficiencia energética
Las construcciones sostenibles pretenden aprovechar la luz natural en la mayor medida posible con el objetivo de minimizar el consumo de luz eléctrica por motivos de iluminación y calefacción.
Para ello, se hace un estudio de orientación y se construye en función del óptimo aprovechamiento de la radiación solar.
Buena ventilación interna
En el mismo orden de la correcta utilización de los recursos naturales, las construcciones sostenibles se aseguran de dotar las edificaciones de un buen sistema de ventilación interno. Para ello, no solo toman en cuenta la orientación para aprovechar el viento, sino, que también se esmeran en utilizar materiales que favorezcan este aspecto.
Importancia de las construcciones sostenibles
Las construcciones sostenibles representan un gran avance en la conservación del medio ambiente. En primer lugar porque buscan ajustarse a los principios éticos y ecológicos y en segundo lugar, porque pretenden el máximo aprovechamiento de los recursos naturales, sin que esto se convierta en la explotación de los mismos.
Pero, no solo en esto radica la importancia de la construcción sostenible, sino que también contribuye directamente en el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos, quienes de hecho, ya conviven en edificaciones completamente funcionales, cómodas y seguras, así como en ciudades más limpias.
