5 consejos básicos para cuidar a una persona dependiente

Una persona mayor en una residencia. AEP

Comúnmente conocemos como personas dependientes a aquellas personas que, por razones relacionadas con la edad, enfermedades graves o alguna discapacidad, requieren de la atención y cuidados de terceros. En la actualidad existen profesionales cuya actividad laboral consiste en realizar estas tareas y permitir que las familias con personas dependientes reciban un apoyo extra.

Pese a ello, en muchas ocasiones las familias no pueden o desean recibir ayuda de una persona externa. En estos casos, es importante seguir una serie de recomendaciones que garanticen un clima apto y propicio para la persona dependiente y para su entorno.

5 Consejos útiles para el cuidado de personas dependientes

1. Información

En primer lugar, es recomendable que el entorno de la persona dependiente reciba la información necesaria para hacer frente a la dificultad. Esta información afecta tanto a organizaciones e instituciones que pueden ayudar de manera gratuita como a hábitos saludables para la persona dependiente y aquellos que la rodean. Son muchas las plataformas y páginas web, como El Rincón del cuidador, que ofrecen múltiples recursos, consejos, podcast, guías y ayudas para el cuidador, una información que es sumamente útil para aprender a cuidar a personas dependientes a tu cargo.

En este sentido, es importante comprender que cuidar a una persona que precisa atención constante puede dar lugar a situaciones con estrés, ansiedad y depresión de por medio. La aparición de estas emociones no supone que la persona que las padezca sea un mal cuidador o, por supuesto, una mala persona; por el contrario, los expertos en psicología advierten de que es sano exteriorizar estas emociones que, además, son humanas y comunes.

2. Aceptar ayuda

Como consecuencia de lo que hemos comentado, es importante aprender a delegar y solicitar ayuda cuando nos vemos colapsados. Cuidar de personas dependientes de manera constante dará lugar a emociones difícilmente gestionables si no recibimos ayuda nosotros también. En última instancia, ello dará a lugar a frustración y provocará la proliferación de un clima cargado y poco recomendado para la persona dependiente.

3. Límites de tiempo y hobbies

Aunque las personas dependientes no pueden realizar tareas por sí mismos, ello no implica que no puedan pasar tiempo con amigos, familias o especialistas en cuidados. Es fundamental saber poner límites tanto emocionales como temporales a nuestra labor de cuidadores. En este sentido, los expertos recomiendan mantener una conversación con las personas dependientes, indicando los límites del cuidador o cuidadora y tomándose descansos y escapadas para recargar pilas.

4. Rutina

Especialmente en los casos de demencia senil, los hábitos saludables de personas con dependencia y cuidadores pueden marcar una notable diferencia en salud emocional y física. Por ejemplo, a la hora de saber cómo cuidar a una persona con demencia senil, es fundamental que la persona realice cierto ejercicio moderado, se mueva aunque sienta cierto dolor o incomodidad y ejercite su mente mediante ejercicios prácticos.

5. Salud emocional

Además, los hábitos saludables también afectan a los cuidadores. Las personas con demencia u otros problemas pueden hacer perder la paciencia a sus cuidadores. Como consecuencia, mantener hábitos saludables (práctica deportiva, meditación, alimentación saludable) posibilita disponer de un estado emocional calmado. Asimismo, los paseos o ejercicios al aire libre son indispensables para distraer y ejercitar a la persona con problemas de movilidad.