La sequía reduce al 50% la producción de miel en gran parte de la provincia

La recolección se resiente en la zona sur por las olas de calor y los incendios, mientras que en A Mariña coinciden la escasa floración con la abundancia de crías en los panales y la velutina
Abejas en un panal. EP
photo_camera Abejas en un panal. EP

La producción de miel en la provincia de Lugo se vio muy castigada por la sequía y las olas de calor. Los apicultores, que se encuentran en la temporada de recolección, apuntan que se está recogiendo un 50% menos en el sur y zonas del interior, según indica Pablo Piñeiro, presidente de la Asociación Provincial Lucense de Apicultores (Apla). Hay excepciones en algunos municipios costeros y de la montaña sureste, como A Pontenova y Ribeira de Piquín, "que sufriron un menor impacto da seca", apunta Piñeiro, que cuenta con colmenas en varias comarcas.

Pese al mejor clima, el año también será malo en los municipios de A Mariña, tal como precisa Marcos Villamil, presidente de Os Abilleiros de Ribadeo. Esta complicada situación se debe a una suma de factores que une las altas temperaturas con un mes de junio más bien frío y con mucha humedad que no le permitió a las abejas aprovechar floraciones como las del castaño de silva. A ello se suma el impacto de la velutina y la presencia de numerosas crías en la zona superior del panal, "o cal fai que teñan que tirar das reservas do mel para comer elas".

Villamil alude a las mermas sufridas por pequeños productores por esta suma de circunstancias. "Unha destas personas só sacou cinco quilos de mel de catro colmeas. Outros tiveron medias moi baixas, en torno as dez quilos por colmea, cando o habitual son 15 ou 20 nun ano normal".

El extremo calor de ese verano y la sequía provocó que la floración "fora escasa", manifestó Piñeiro. El responsable de Apla recalca que la situación fue especialmente grave en el sur, "onde se xuntaron a calor e os incendios". Así lo destaca también Verónica Núñez, de la firma Caurelor, con apiarios en O Courel y Quiroga. "O lume destruíu cerca de vinte colmeas do meu pai e a seca reduciu a colleita á metade. Ante a escasa floración, as abellas non tiveron alimento e mesmo en agosto comezaron a comer o mel. A calidade é boa, pero hai pouca cantidade".

AUMENTOS DE COSTES

Las altas temperaturas no es el único contratiempo al que se enfrentan los apicultores, que como otros productores afrontan el problema del aumento de costes de producción como la luz, el gasóleo gastado para desplazarse a los lugares donde tienen los apiarios y, principamente, el elevado precio de los tarros mieleros. "O dos tarros é un problema grave, que tamén nos afecta para a produción de marmeladas, aínda que neste caso aproveitamos o stock do ano pasado", indica Verónica Núñez.

Pablo Piñeiro señala que más que la escasez, ya que por el momento se atiende la demanda con normalidad, la subida de costes obliga a un incremento en el precio del producto. Desde Apla adelantan que el tarro de un kilo se vende a 10 euros, que será también el precio medio en la próxima Feira do Mel de Lugo que se celebrará en octubre.

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