El Salón Gourmets de Madrid premió cuatro marcas de queso elaboradas en Lugo. Airas Moniz (Chantada) y Queixería Prestes (Vilalba) destacaron en la categoría de quesos azules con el primer y el segundo puesto, Carlos Reija Fernández (Castroverde) se llevó la medalla de plata en la de vaca curado y Crisanto (Vilalba) fue tercera en ahumados.
El mayor premio fue para Airas Moniz y su producto Savel, que fue nombrado el mejor queso azul de toda España. Se quedó, además, muy cerca de ser el campeón absoluto, es decir, el mejor queso de todos los que participaron en esta prestigiosa jornada gastronómica.
"Só levamos dous anos e xa recibimos dous premios nacionais. Imos coma tiros e esta experiencia serviunos para comprobar que nos estamos convertendo nunha quexería de referencia en España", indicó Xesús Mazaira, uno de los tres impulsores del proyecto. Ricardo Gómez y Ana Vázquez trabajan también en un plan que tiene su cuartel general en Outeiro, en la parroquia chantadesa de San Salvador de Asma.
Según valoró Mazaira, los técnicos ensalzaron de Savel "un sabor que aínda que persiste na boca durante moito tempo non é nada agresivo, senón suave e elegante". También llamó la atención de los expertos "a calidade do leite, que crea ese toque untuoso e cremoso", añadió un Xesús Mazaira encantado con la experiencia. "Isto permitiunos establecer contactos con importadores de todo o mundo", concluyó.
Este proyecto nació hace dos años con el reto de innovar y encontrar nuevos métodos de producción en el rural. Los quesos de Airas Moniz no se elaboran con leche de vaca frisona, la habitual en Galicia, sino de jersey.
Los animales fueron traídos de Dinamarca y se crían en régimen de pastoreo, lo que significa que pasan la mayor parte del día fuera del establo. Según detalló en su día Ana Vázquez, "se o pasto é abundante poden chegar a estar ata 21 horas no exterior". En caso contrario, las vacas solo están en el prado hasta que cae la noche.
Ese cuidado permitió llevar a cabo el primer queso azul -un producto que, por otro lado, es muy poco típico de Galicia- elaborado con mimo a toda España. El nombre de Savel procede de Isabel, la mujer a la que amaba el trobador medieval Airas Moniz -que residía en la zona y da nombre a la marca- y que descubre en una de sus composiciones.
