DE LOS 331.327 vecinos que tiene la provincia de Lugo, 13.398 son de 108 nacionalidades diferentes, según datos del Instituto Galego de Estatística (Ige) correspondientes al año 2018.
El colectivo más numeroso es el de los rumanos, con un total de 2.447 personas, seguido de marroquís (1.659) y portugueses (1.585). Pero en esta torre de Babel lucense, hay algunos vecinos de procedencia más exótica, como aquellos que vienen de Burkina Faso, Haití, Trinidad y Tobago, Irán o Corea del Norte. Sin embargo, en el caso de estas nacionalidades, al igual que sucede con otras 38, no hay cifras concretas del número de personas que pueden estar residiendo actualmente en la provincia, al estar estos datos protegidos por el secreto estadístico.
Por lugar de procedencia, las personas llegadas de otros países pertenecientes a la Unión Europea —un total de 5.223— son las que más peso demográfico tienen en la provincia, mientras que en segundo lugar se sitúan los emigrados desde América, 4.615 personas, procedentes en su gran mayoría de países de habla latina. Otros 2.664 vecinos tienen sus orígenes en algún país africano, sobre todo Marruecos, mientras que la colonia asiática está formada por un total de 750 ciudadanos.
Entre los vecinos procedentes de Asia se produce una de las primeras sorpresas que arroja el censo, ya que mientras que muchos pueden pensar que los de nacionalidad china son los más numerosos, la realidad es que solo están registradas 239 personas de ese país frente a los 333 indonesios, que suman la mayoría.
El colectivo rumano se encuentra muy repartido a lo largo de toda la provincia, lo que pone en evidencia el gran peso del sector forestal
Gran parte de esta colonia asiática se asienta en los municipios de A Mariña, al estar la mayoría de ellos enrolados en barcos pesqueros con base, sobre todo, en Xove, Viveiro y Burela, donde son la primera, segunda y tercera colonia extranjera más numerosa, respectivamente.
Y es que la distribución de las diferentes nacionalidades a lo largo y ancho de la provincia tiene mucho que ver con la actividad económica dominante en cada comarca. Uno de los ejemplos más significativos en este sentido es el de la comunidad caboverdiana, muy vinculada a la pesca y asentada desde hace décadas en Burela, donde son mayoría.
Sin salir de A Mariña, en los municipios del interior, donde el sector forestal tiene un mayor peso económico, son las comunidades rumanas las que tienen una mayor relevancia. De hecho, los vecinos procedentes de este país son mayoría en Alfoz, A Pontenova, Ribadeo, Riotorto, O Valadouro y Viveiro.
27 CONCELLOS. Pero el colectivo rumano se encuentra muy repartido a lo largo de toda la provincia, lo que pone en evidencia el gran peso del sector forestal. De hecho, son la comunidad extranjera más numerosa en un total de 27 concellos lucenses, con destacada presencia en las comarcas de A Montaña, Lugo o A Ulloa.
También de Rumanía, pero sobre todo de Bulgaria y Marruecos, son muchos de los temporeros censados en la provincia que se ganan la vida en el llamado El Ejido lucense, recolectando frutos silvestres en los invernaderos que se extienden por todo el corazón de A Chaira.
A raíz de esta actividad, la comunidad marroquí ha crecido en los últimos años hasta convertirse en la más numerosa en municipios como Castro de Rei, Cospeito o Pol; pero también están muy presentes en otros concellos de importante producción hortícola como es el caso de Trabada, A Pastoriza, Lourenzá, Barreiros, Foz o Mondoñedo.
En Lugo capital, la marroquí es también la comunidad extranjera más numerosa (670 personas), seguida muy de cerca por rumanos (638) y colombianos (484).
A nivel provincial, sin embargo, son los brasileños los latinoamericanos con mayor presencia (931), frente a los 783 ciudadanos procedentes de Colombia y los 712 dominicanos. En los últimos tiempos también ha crecido considerablemente la comunidad venezolana (559), como consecuencia directa de las circunstancias que atraviesa el país.
Más de 1.000 extranjeros
Según datos que constan en eel Instituto Nacional de Estadística (Ine), en 2018 la provincia de Lugo sumó 1.103 habitantes de otros países. La cifra sirve para mitigar, en parte, la caída demográfica, ya que en ese periodo la provincia cedió 2.961 españoles. El saldo negativo fue, por tanto, de 1.858 personas.
CURIOSIDADES. El censo de extranjeros en la provincia también depara otras curiosidades. Y es que, a veces, el efecto llamada de aquellos que llegaron primero hace que acaben atrayendo a susfamilias u otros conciudadanos, lo que resulta muy relevante en municipios poco poblados.
Este es el caso de Baleira, en donde la contratación en una piscifactoría de un maliense posibilitó que se haya traído a varios familiares. El resultado es que ahora Mali es la comunidad extranjera más numerosa en el municipio.
Cervantes también es una excepción en A Montaña al tener una mayoría extranjera de franceses. Este municipio es, además, el que tiene un menor número de nacionalidades en la provincia, solo dos, ya que a estos cinco ciudadanos suma otro de Portugal.
En Lugo capital, la marroquí es la comunidad extranjera más numerosa
Los franceses también son mayoría en O Courel, sobre todo, gracias a la llegada de una familia de cuatro miembros, que se hizo cargo de una casa de turismo rural en la zona.
Un modo de vida alternativo fue lo que, probablemente, fueron a buscar a Samos los tres estadounidenses que suman mayoría extranjera en el municipio; mientras que en Sober, la gran parte de los 25 británicos que residen allí fueron a buscar una jubilación tranquila, en medio de unos paisajes paradisíacos.
Y es que en este concello hay censados en la actualidad un total de 19 extranjeros, frente a las 199 personas de nacionalidad española.
En este caso, la mayoría de los foráneos que se han decidido a vivir en este lugar de la provincia lo hicieron por sus convicciones de cara a buscar un modo de vida alternativo, en lo que consideran una apuesta por el contacto directo con la naturaleza y por la explotación sostenible de los recursos.
Entre las siete nacionalidades diferentes que conviven en Negueira de Muñiz, la colonia de alemanes es la más numerosa, con siete personas censadas procedentes de ese país.
Pero allí, a las orillas del río Navia y a las puertas del embalse de Grandas de Salime también conviven portugueses, ingleses, belgas, suizos, holandeses y ucranianos.
Sin embargo, esto no siempre fue así. Al principio la proporción era prácticamente inversa, pero la crisis en oficios masculinizados como la construcción y la madera hizo que muchos de ellos se fueran.
