La provincia de Lugo consume más del doble de explosivos debido a las obras de la autovía A-54

El municipio de O Incio también es un punto en el que se han empleado
Explosivos almacenados en la provincia de Lugo. EUROPA PRESS
photo_camera Explosivos almacenados en la provincia de Lugo. EUROPA PRESS

El consumo de explosivos en la provincia de Lugo se ha incrementado "ostensiblemente", al haberse duplicado dicho uso en lo que va de año 2021, sobre todo de dinamita y "anfus", en especial debido a las obras de la autovía A-54 entre la capital luguesa y Santiago de Compostela.

El teniente de la Guardia Civil José Luís Saavedra, jefe del servicio de intervención de armas, ha concretado que ese cálculo lo hacen "con respecto a 2019 porque el año pasado fue un año peculiar (por la pandemia)". "Y así tenemos que de enero a mayo de 2019 hubo 17 mil kilos de explosivos consumidos (en la provincia de Lugo) y este año llevamos 40.000", ha abundado.

Fundamentalmente este registro tan alto se debe a las obras que se acometen en la autovía A-54, que conectará Lugo con Santiago y que aún tiene dos tramos por concluir.

Los explosivos también se han utilizado en "minas", sobre todo en el municipio de O Incio donde "se trabaja el cuarzo". "Llevamos un control férreo, los transportes tienen que tener un plan de seguridad, con vigilantes, tienen que seguir rutas concretas y no se pueden salir de esa ruta y nos pasan todos los días los datos que salen del depósito que está en Vilachá de Mera", destaca este oficial del Instituto Armado.

"Nuestro trabajo parece muy burocrático, pero tiene una gran incidencia sobre la seguridad ciudadana"

En ese "depósito" de explosivos en Vilachá de Mera, ha comentado, se pueden acumular hasta 25 toneladas custodiadas en el "subterráneo" y 50.000 kilos en "superficie", ha añadido.

El servicio de intervención de armas lleva todo lo relativo a armas, explosivos, pirotecnia y cartuchería, y además de prestarse en la Comandancia de la capital de la provincia también en los acuartelamientos de Vilalba, Monforte y Monterroso. Se cumplen 35 años desde el nacimiento en la Guardia Civil del servicio de intervención de armas, que llegó a la provincia de Lugo pocos años después, en 1993.

SEGURIDAD. "Nuestro trabajo parece muy burocrático, pero tiene una gran incidencia sobre la seguridad ciudadana porque lo que hagamos nosotros con la documentación administrativa, de armas, explosivos, pirotecnia y cartuchería, va a incidir en que después el ciudadano esté seguro o no", ha precisado Saavedra.

En cuanto a armas, en Lugo están registradas "38.500, mayormente de caza, en un ochenta por ciento; rifles y escopetas", ha añadido, lo que supone un "número alto a nivel de Galicia, porque Lugo junto con A Coruña son las que más armas y licencias manejan" de la comunidad autónoma, ha apostillado.

"Son difíciles de detectar porque se camuflan muy bien, ahora igual no se vende el arma completa sino por piezas y es más complicado", ha esgrimido

Por otra parte, las "armas cortas" o pistolas, que solo pueden portar aquellas personas "que acrediten amenaza de banda terrorista, o un trabajo muy concreto en donde se puede mover mucho dinero o material sensible", ha explicado.

José Luís Saavedra ha apuntado que puede ser el "tráfico de armas", aunque matiza que en Lugo "es prácticamente inexistente o no se detecta". "En otras zonas fronterizas, como con Portugal, sí que puede ser una zona de entrada o salida. En Lugo el ciudadano cumple la normativa a rajatabla", ha indicado.

Este teniente de la Guardia Civil sobre la supuesta existencia de "armas ilegales" para cometer ilícitos dice que "habelas hailas". "Son difíciles de detectar porque se camuflan muy bien, ahora igual no se vende el arma completa sino por piezas y es más complicado", ha esgrimido.

Saavedra llama la atención sobre esas ventas por "piezas", que se da en todo el mundo y es, asegura, "lo que está de moda y en los últimos atentados yihadistas lo que se ha localizado es eso, que a partir de varias piezas que ensamblan, mediante venta por el Internet oscuro, crean un arma".

José Luís Saavedra, que estuvo destinado seis años en San Sebastián, pasó por Verín donde fue jefe del cuartel, señala que ya solo el año pasado se "achatarraron" 1.500 armas

"Con la nueva legislación las piezas que no iban marcadas, ahora sí deben ir marcadas y con eso evitar que se puedan hacer armas por piezas, las localizas más fácilmente", ha comentado.

INFRACCIONES. Este oficial benemérito advierte finalmente DE que las "infracciones más repetidas", a las que se enfrenta este cuerpo, "es la falta de información de custodia, pero en Lugo el ciudadano respeta la norma bastante y en Galicia también", ha vuelto a reiterar.

El día a día de estos agentes, 25 en la provincia dedicados a intervención de armas, consiste en "supervisar a nivel provincial que hubo el día anterior y analizar si se ha producido algún auxilio sanitario, ver sí esos hechos son suficientes para revocar una licencia de armas o denegar una solicitud".

José Luís Saavedra, que estuvo destinado seis años en San Sebastián, pasó por Verín donde fue jefe del cuartel, señala que ya solo el año pasado se "achatarraron" 1.500 armas. El precio de una pistola oscila entre los 500 y los 600 euros, en tanto que calcula que una escopeta su precio baila entre los mil y mil quinientos euros.

La comandancia de Lugo registra armas, poco menos que "reliquias" que se consideran antiguas las datadas antes de 1890 y conserva hasta "trabucos" de mediados del siglo XIX.

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