La primera guía para hacer el Camino con perros pone el foco en la provincia

La autora y gerente de la protectora Apaca, Raquel Freiría, ofrece recursos a los ‘perregrinos’ y aborda la problemática de los cánidos abandonados en las rutas, agravada en A Montaña
Raquel Freiría con Ney, un perro en adopción recogido en A Fonsagrada y cuya historia se cuenta en el libro. EP
photo_camera Raquel Freiría con Ney, un perro en adopción recogido en A Fonsagrada y cuya historia se cuenta en el libro. EP

Los ‘perregrinos’, aquellas personas que peregrinen con sus animales, ya disponen de una guía de buenas prácticas y recursos para realizar cualquiera de las rutas jacobeas en Galicia.

Acaba de salir de la imprenta en castellano —pronto lo hará también en inglés y gallego— y la firma Raquel Freiría, gerente de la Asociación Protectora de Animais do Camiño (Apaca), que desde hace cinco años trabaja para dar solución a otro problema también abordado en el libro, el de los perros abandonados que los peregrinos encuentran en las distintas rutas jacobeas en un contexto que considera de “deixadez administrativa” y que para ella tiene su peor escenario en la provincia de Lugo y específicamente en la comarca de A Montaña.

El libro, según cuenta Freiría, pensaba ser en un inicio una guía de recursos para los ‘perregrinos’ que recogiese las ideas compartidas en el Dogfluencers Meeting, un evento celebrado en Santiago en 2019, donde Apaca tiene su sede. Sin embargo, las situaciones a las que se enfrenta en la protectora la llevaron a abordar también la cuestión del abandono.

A pesar de haber sumado más de 80.000 firmas, Apaca no consiguió todavía tener un refugio para animales abandonados en el Camino. Raquel Freiría sigue hablando de ese proyecto como un sueño. Los 25 perros que suelen tener en adopción, tras su rescate en las rutas jacobeas, están en casas de acogida. Todos ellos llegan a Apaca de la mano de peregrinos que los localizan, denuncian su situación “e a meirande parte das veces as administracións indican que non é da súa competencia ou que non poden facer nada”, critica Raquel Freiría. Muchos de estos peregrinos los acaban adoptando, como fue el reciente caso de Michi, a quien vinieron a buscar peregrinas desde Japón tras haberlo encontrado abandonado en Palas de Rei.

De los distintos municipios que atraviesa el Camino Francés en la provincia, solo los ayuntamientos de Sarria y Portomarín disponen de protocolos establecidos

La Lei 4/2017 de Protección e Benestar dos Animais de Compañía en Galicia atribuye a los ayuntamientos la recogida y acogida de los animales vagabundos o extraviados en centros autorizados por la Xunta. Durante la cuarentena, Raquel Freiría llamó a todos los concellos para actualizar cuál es su situación al respecto, y ante unos años de experiencia en los que “non hai resposta ou prodúcense situacións de maltrato”, indica. La respuesta es que la mayor parte de los ayuntamientos en Galicia, y especialmente en la provincia, no tienen o se desconoce si disponen de recursos para afrontar este problema con el que frecuentemente se encuentran los peregrinos.

EN LA PROVINCIA. De las distintas rutas jacobeas, el Camino Primitivo y el Camino Francés son los que tienen menos servicios para dar asistencia a los animales abandonados, según el estudio de Freiría recogido en el libro.

De los distintos municipios que atraviesa el Camino Francés en la provincia, solo los ayuntamientos de Sarria y Portomarín disponen de protocolos establecidos, el primero a través de una empresa y el segundo de un convenio con la protectora de Lugo. Con esta entidad también tienen convenios los ayuntamientos de Castroverde y de Lugo, mientras que de los otros por los que transcurre el Camino Primitivo se desconoce la manera de resolver estos problemas. “Na zona da Montaña hai un auténtico baleiro”, critica Freiría.

En el Camino del Norte la situación mejora, y Barreiros, Lourenzá, Mondoñedo, Abadín, Vilalba, Begonte y Guitiriz tienen convenios con protectoras y asociaciones, aunque también hay concellos en esta variante jacobea que siguen sin tenerlas. En el Camino de Invierno solo asumieron la competencia con convenios Quiroga, Monforte y Chantada. El proyecto de perrera de la Diputación de Lugo para atender a 19 municipios en Monforte continúa en proceso de reformulación.

Esta situación hace que “moitas veces os concellos desvíen a responsabilidade e os peregrinos que queren axudar aos animais non saiban que facer”, comenta Freiría, por lo que su libro también incluye protocolos de actuación.

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