La paralización de las ventas genera incertidumbre en la producción ovina

La campaña de verano será clave, pero la situación no remontará si no abre la hostelería
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photo_camera Un rebaño de ovejas. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Los productores de ganado ovino y caprino viven momentos de incertidumbre. El cierre de la restauración generó la anulación de pedidos de carne de cordero y cabrito, así como la caída de precios, aunque en Galicia no se sufre la dramática situación de otras comunidades.

"A nosa produción está enfocada ao segundo semestre", explica el soberino Diego Fernández, presidente de la Asociación de Criadores de Ovino y Caprino de Galicia (Ovica). El consumo es reducido en esta época en la comunidad gallega y los lotes que quedaron sin vender son pequeños. La prueba de fuego llegará en verano y las perspectivas no son buenas. "O consumo de cordeiro ou cabrito está moi vencellado ao ocio, ás celebracións en restaurantes ou na casa familiar, e moitas festas están canceladas. A partir de xuño medra a demanda", agrega.

Otro de los problemas que trae de cabeza al sector ovino son los precios. "Pagan o cordeiro a 50 euros, cando deberá costar 60 ou 65, aínda que despois o consumidor pague o mesmo no supermercado. Antes da crise houbo protestas polo pouco que percibían os produtores agrogandeiros, pero seguimos igual", subraya el presidente de Ovica. Este colectivo cuenta con 200 explotaciones asociadas, de las que alrededor de 80 están en la provincia de Lugo. La falta de pedidos devalúa también la carne, ya que la hostelería suele demandar piezas entre los siete y ocho kilos de peso. A partir de ahí, el precio es inferior.

Los productores están ahora pendientes de la posibilidad de aprovechar el canal Mercaproximidade

Parte de los excedentes de producción se canalizaron a través de la cadena de alimentación Vegalsa, "grazas a unha xestión que temos que agradecerlle ao conselleiro de Medio Rural", manifiesta Fernández.

Los productores están ahora pendientes de la posibilidad de aprovechar el canal Mercaproximidade, impulsado por la Xunta, "coa esperanza de que se fixe un prezo aceptable", según indica Luis Miguel Rivera Otero, un joven de Feira do Monte (Cospeito), que a sus 25 años apostó por la ganadería de ovino.

Rivera Otero señala que, por el momento, notan "pouco a falta de vendas, pero as datas decisivas serán as do verán". Si tras las fechas veraniegas quedan corderos y cabritos por vender "pode que haxa xente que opte por vender a carne para conxelar, sobre todo de cara ao Nadal, coa conseguinte caída de prezo e a maior dificultade para colocar carne fresca no mercado", afirma Rivera.

Marzo y abril son un momento de partos en las explotaciones ovinas lucenses. "É unha época de bastante traballo, pero que estamos levando ben, pese ao confinamento", explica este ganadero chairego. Los suministros y medicamentos llegan con normalidad, pese al estado de alarma.

La crisis del coronavirus provocó un retraso en la campaña de esquilado, que se desarrolla desde finales de marzo a finales de mayo, pero Lugo y Galicia no afrontarán la difícil situación de otras comunidades, donde quedan un gran número de cabezas sin rapar, lo que provoca un importante problemas de bienestar animal y sanitarios.

A xente era reacia a comezar a rapar nesas primeiras semanas do estado de alarma

Ovica no tendrá problemas de personal, ya que desde hace dos años formó dos cuadrillas de profesionales gallegos, que ya iniciaron esta semana sus trabajos en provincia de Ourense, y a partir de hoy lo harán en territorio lucense.

Hasta hace dos años venían cuadrillas de esquiladores polacos, cuyo número de componentes se redujo y ya no atendían a todas las explotaciones. Un grupo de ellos se desplazó a Galicia como cada año, pero tuvo que regresar a su país a causa del estado de alarma. "Ademais, a xente era reacia a comezar a rapar nesas primeiras semanas do estado de alarma", indica Orlando González Filgueira, técnico de Ovica.

Sí hubo un retraso en el inicio de la campaña, ya que Medio Rural concedió el permiso este mes. También se está pendiente del regreso de algunos esquiladores, que están en Irlanda y Nueva Zelanda, "pero hai xente suficiente para facer o traballo, que estará rematado a primeira ou segunda semana de xuño", apostilla Orlando González.

Negueira de Muñiz, cantera de esquiladores
Las dos cuadrillas de esquiladores y cogedores que trabajan con Ovica están formadas por vecinos del municipio lucense de Negueira de Muñiz. "Creouse un grupo de esquiladores galegos, para evitar a dependencia dos foráneos. Cando os polacos comezaron a elixir as explotacións que atendían, ao ir perdendo efectivos nas súa cuadrilla, decidimos contactar e formar a xente afincada en Galicia. Tiñamos que buscar unha alternativa", cuenta Orlando González Filgueira.
Rutas
Los propietarios de las explotaciones ovinas fijan las fechas en las que más les interesa efectuar la rapa. A partir de ahí se hacen ajustes y se elabora un calendario y se establecen unas rutas para evitar excesivos desplazamientos a los esquiladores. "Unha cuadrilla percorre as explotacións do sur de Galicia e outra traballa na zona norte", concreta el técnico de Ovica.

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