El Lugo interior, que reivindica medidas contra la despoblación y un trato territorial igualitario, se ha visto favorecido por la llegada de la pandemia del coronavirus, que reforzó la valoración del mundo rural e incrementó el número de habitantes en municipios que desde hace décadas experimentaban una caída de residentes que se antojaba interminable. Los datos censales solicitados por este periódico a los ayuntamientos pueden sufrir correcciones, una vez que sean filtrados por el Instituto Nacional de Estadística para el padrón oficial de enero de 2022, pero reflejan una tendencia alcista en 47 de los 67 ayuntamientos lucenses a principios de diciembre. Algo inédito en una provincia en declive.
Las altas son generalizadas en la Ribeira Sacra y en la comarca de Quiroga, zonas donde solo se registran ligeras pérdidas de población en Taboada y O Courel. Lo mismo sucede en el cinturón de Lugo, con subidas en toda el área metropolitana, que son más elevadas en Friol, Outeiro de Rei y Guntín.
La regidora guntinesa, María José Gómez (PP), explica que en noviembre hubo 37 empadronamientos "coincidiendo coa segunda oleada do covid e o peche perimetral de Lugo". "Trátase de xente con vivenda aquí que decidiu asentarse. Algunhas son familias con fillos, como se reflicte no aumento da matrícula nos colexios", agrega. Gómez confía en que la pandemia marque "un cambio de tendencia en beneficio de pequenos concellos cercanos ás cidades". También hay casos de vecinos de la capital que se desplazan para cuidar animales domésticos en fincas de Guntín.
Castro de Rei mantiene un aumento del censo en los últimos tres años. "Medramos grazas aos traballadores que viñeron aos invernadoiros e ao polígono industrial, pero este ano rexistramos inscripcións procedentes de Lugo", destaca el regidor, Francisco Balado (PP). A Castroverde regresaron nativos emigrados en Madrid y Barcelona, y llegaron desde Lugo familias jóvenes con niños, que alquilaron viviendas.
Begonte creará en enero una bolsa de fincas edificables para atender la demanda, al igual que ya se hizo en A Montaña
El mandatario de Begonte, José Ulla (PP), detecta "unha demanda alta de fincas edificables, polas que se interesan moitos veciños de Lugo, pero tamén de Vilalba ou Cospeito. Piden, sobre todo, parcelas preto das estradas. As boas comunicacións por autovía e estrada son un factor favorable". Los lugares donde se dieron más licencias son Saavedra, Damil, Felmil o el mismo Begonte. "En Damil vendeuse unha vivenda aos dous días de ofrecela", subraya Ulla.
El Concello habilitará a principios de año una línea de ayudas que incluye una bonificación de hasta el 100% del impuesto de edificaciones. También creará una bolsa o registro de fincas y viviendas en venta para facilitar el contacto entre compradores y propietarios. El GDR Montes y Vales Orientais puso en marcha una iniciativa similar en A Montaña.
Lugo capital experimenta un crecimiento testimonial y sigue sin superar los 100.000 vecinos. Sí recuperan el impulso varias villas cabecera que ya eran un polo de atracción de vecinos del entorno. Es el caso de Monforte, que encabeza el alza cuantitativa en la provincia con 423 censados más, seguido de Ribadeo y Barreiros, con 250.
Este último municipio experimentó la mayor subida porcentual, aunque el padrón crece "desde hai ano e medio, polo que estamos a falar dunha tendencia, non de algo puntual", aclara la alcaldesa, Ana Ermida (BNG). El mayor número de inscritos se registró en enero, antes del estado de alarma. Los atractivos precios de la vivienda contribuyen a este fenómeno, al igual que el esfuerzo del ejecutivo local para "facilitar a conciliación e a organización de actividades", precisa Ermida.
Friol, Outeiro de Rei, Castro de Rei, Guntín y Begonte se ven favorecidos por la cercanía de la capital y las buenas comunicaciones
El alcalde de Monforte, José Tomé (PSOE), afirma que las ayudas aprobadas por su gobierno para paliar los efectos de la crisis en la población contribuyó a generar nuevas altas, "xa que había que cumprir o requisito de estar empadroado". El Plan Reactiva Monforte repartió 543.000 euros entre 1.211 empresas, autónomos y trabajadores. El programa de apoyo a las familias ayudó a 4.282 hogares que recibieron 10.811 bonos por valor de 275.275 euros.
Tomé comenta que en Monforte "hai moitos máis cidadáns de feito que de dereito e parte deles decidiron normalizar o seu lugar de residencia polas políticas sociais desenvoltas desde o Concello".
Ribadeo y Foz (197 altas) se consolidan por encima de los 10.000 habitantes, mientras que Viveiro suma 218 más. El regidor ribadense, Fernando Suárez (BNG), sostiene que Ribadeo "é unha vila cos servizos dunha pequena cidade e está moi ben comunicada por autovía e tamén por fibra óptica de 5G para o teletraballo". "A xente síntese máis segura en poboacións pequenas", añade. Burela, un municipio urbano caracterizado por las subidas de población, suma tres vecinos y Mondoñedo rompe su histórica curva negativa con 18 residentes más.
Municipios de A Montaña como Cervantes y Negueira de Muñiz invierten su caída demográfica y otros ven limitada la bajada. A Cervantes llegaron jóvenes, con raíces en el municipio, procedente principalmente de Barcelona. "Case todos son mozos que aproveitan a opción do telebraballo", apunta el alcalde, Benigno Gómez Tadín (PSOE). "Estes regresos racharon coas baixadas censais dos útimos anos, que oscilaban entre os 30 e 50 cada ano", apostilla.
