La oleada de robos de máquinas en bares de la provincia sigue con dos hurtos en O Cádavo

Los ladrones se llevan tragaperras y expendedoras de tabaco del Punto de Encuentro y del Fino, con un procedimiento similar a los de Muimenta y Castro
Máquina del Fénix, en Castro. EP
photo_camera Puerta del Punto de Encuentro de Baleira y máquina del Fénix, en Castro. EP

La sustracción de máquinas tragaperras, de tabaco o de apuestas para desvalijarlas posteriormente fuera del local se repitió de nuevo en la provincia. Los últimos robos de este tipo se produjeron en la madrugada del lunes en O Cádavo, donde los ladrones entraron en la cafetería Punto de Encuentro y el Bodegón Fino. Estas actuaciones se suman a los casos denunciados hace unos días en sendos establecimientos de Muimenta y en otro de Castro de Ribeiras de Lea.

A principios de mes se registró un delito similar en Monterroso, donde los ladrones desvalijaron la tragaperras en el local y la máquina de tabaco en un descampado cercano, en las afueras de la localidad.

Los delincuentes que actuaron en O Cádavo se llevaron una máquina tragaperras y otra de apuestas deportivas del interior del Punto de Encuentro. Ambas aparecieron abandonadas y destrozadas a primera hora de la mañana, una de ellas en la carretera que va A Baralla y la otra en la pista de Córneas. Esta circunstancia hace suponer que los autores del hurto destrozaron las máquinas en los lugares donde aparecieron tiradas en la cuneta.

QUEDÓ LA REGISTRADORA. El propietario del Punto de Encuentro también echó en falta botes de propinas, pero tanto la caja registradora como uno de estos botes quedaron encima de la barra. Es posible que los ladrones oyesen algún ruido o percibiesen algún movimiento que les alertó y se dieron a la fuga. Para acceder a este establecimiento reventaron las tres cerraduras de la puerta de seguridad, cuyo cristal también presentaba daños.


Puerta del Punto de Encuentro, en Baleira. EP

El dueño del Bodegón Fino echó en falta una tragaperras y una máquina de tabaco, que era de su propiedad y tenía unos 600 euros de recaudación. A esta cantidad hay que sumarle los 400 euros del interior de la máquina registradora, así como el destrozo de la cerradura de la puerta de entrada del establecimiento. En el interior no se registraron apenas daños. Este negocio se encontraba cerrado desde hace ocho días.

Los dueños de estos bares de O Cádavo pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil a primera hora de la mañana, aunque retrasaron la tramitación de la denuncia hasta concretar el alcance de las pérdidas. Más allá del dinero en metálico, los daños causados en ambos robos es elevado por el coste de las máquinas expendedoras. Las tragaperras son propiedad de una empresa que mantiene un acuerdo de explotación con los distintos locales de hostelería.

Lo más habitual es que los ladrones desvalijen las máquinas en el propio establecimiento, por lo que llama la atención que en estos casos optasen por llevárselas todas, quizá para hacer el menor ruido posible.

EN A CHAIRA. A los robos de máquinas de Baleira y a los denunciados hace unos días en sendos locales de Muimenta, el bar Plaza y el O Asador O Cabuxo, se sumó la denuncia interpuesta por los responsables del bar Fénix, de Castro, que sufrieron una sustracción similar a finales de la semana pasada.

Dos personas forzaron la puerta del local, mientras otra esperaba en el coche –fueron grabados por las cámaras– y se llevaron la máquina tragaperras y 300 euros de cambio.

La tragaperras, al igual que ocurrió en los robos de Muimenta y Baleira, apareció a varios kilómetros, en Matodoso, en la carretera que va a Triabá. El dueño del Fénix calcula que las pérdidas rondan los 1.500 euros.

"Botaron cinco minutos no local, viñan a tiro fixo", explicaron a este periódico los propietarios del negocio.

La Guardia Civil tiene una investigación abierta para resolver estos hechos y estudiar si existe una posible relación entre algunos de ellos.

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