La firma Globosacra ampliará después de la vendimia la oferta de viajes en globo por la Ribeira Sacra. La empresa instalará un globo cautivo en las bodegas Regina Viarum (Doade, Sober) y trabaja en un estudio de vientos para contar también con un aerostático convencional que pueda desplazarse de un lugar a otro.
En el proyecto Globosacra participan la propia bodega Regina Viarum, el restaurante A Cantina (un negocio detrás del que está el empresario Antonio Rodríguez), y una firma de globos. El objetivo es que el aeroestático cautivo esté ubicado en la bodega y haga ascensos verticales. Es decir, el globo está sujeto al suelo por varios cables y puede subir y bajar, no desplazarse libremente.
El reto de esta iniciativa radica en que los visitantes puedan disfrutar desde el aire del paisaje de viñedos que hay entre la aldea de Doade y el propio río Sil, una de las zonas más simbólicas de la Ribeira Sacra y exponente de la viticultura heroica.
Antonio Rodríguez explica que trabajan en un estudio de vientos para poner en marcha un globo clásico en algún punto de la comarca, preferentemente en la zona del Sil, aunque todavía está por concretar porque es un área complicada para los vuelos.
CONSORCIO DE TURISMO. La iniciativa de Globosacra sigue los pasos de la propuesta que en el año 2016 inició el consorcio de turismo de la Ribeira Sacra con la empresa Viento Zero. En la primera campaña se convocó un concurso que se premió con una serie de viajes en globo y la iniciativa tuvo tal éxito que desde aquella se organizan salidas entre mayo y noviembre con frecuencia.
Durante los meses citados se disponen una serie de vuelos que se agotan fácilmente. En 2017 unas 250 personas usaron el servicio, pero la cifra se duplicó en 2018 y mantiene su tirón. Los globos despegan de distintos puntos de la Ribeira Sacra en función de las condiciones de viento. En las salidas de este mes de agosto, los viajeros se acercaron a los viñedos del Miño.
