Más de 8.400 mujeres lucenses serán las primeras de Galicia invitadas a participar en el cribado de cáncer de cérvix, que la Consellería de Sanidade quiere extender en los próximos años a toda la comunidad. En concreto, las pacientes de entre 35 y 65 años adscritas a los centros de salud de San Roque y Praza de Ferrol, en Lugo; Palas de Rei, Monterroso, Antas de Ulla, Taboada, Portomarín, Guntín y consultorio de Lousada, en ese mismo concello, empezarán a recibir las cartas de invitación a partir del día 20 para comenzar las citaciones una vez haya pasado el día de Reyes.
Las mujeres que acepten participar serán después divididas en tres grupos. A uno de ellos se le hará llegar a casa un kit con el que ellas mismas podrán tomar la muestra en su domicilio, otro implicará que serán citadas en el centro de salud para que la matrona tome la prueba y a las incluidas en un tercero se les dará la opción de elegir, si recibir el test en casa o si ir al centro sanitario.
La prueba que se hará analiza si existe una infección del virus del papiloma de alto riesgo. De los más de 200 tipos de virus del papiloma humano existentes, 16 de ellos son oncogénicos y en ellos se centra el test.
El Sergas quiere estudiar en Lugo de qué manera consigue más adherencia al programa. A lo largo de 2020 se irá extendiendo a todos los centros de salud de la provincia y, según explicó este martes el director xeral de Saúde Pública, Andrés Paz-Ares, también a algunos ayuntamientos de Ourense a partir de seis meses o un año. El objetivo es lograr una muestra suficientemente representativa que indique con claridad cuál es el sistema preferido por las mujeres porque todos tienen sus ventajas para las pacientes.
El plan piloto que se inicia en Lugo servirá al Sergas para decidir de qué manera se consigue más participación en el cribado
Así, en la presentación oficial del plan este martes, se recordó que la toma de muestra en el domicilio favorece la intimidad y la comodidad de la paciente, que no tiene que trasladarse a ningún lugar porque lo único que recoge es fluido vaginal, no como una citología que llega a tomar muestras del cuello del útero y precisa ser realizada por un profesional. Hacérsela en el centro de salud permite tomar una muestra más amplia de forma que, en caso de que el test del papiloma resulte positivo, se podrá hacer una citología con la misma muestra sin que la paciente tenga que volver a consulta. Finalmente, el tercer grupo contará con la ventaja de poder elegir.
Los test realizados en domicilios que resulten positivos implicará que a las mujeres se les cite en el centro de salud para una citología. Se calcula que eso ocurrirá en un 7% de los casos. Si la citología es negativa, se repetirá el test del virus del papiloma pasado un año. Si es positiva, la paciente será citada en Ginecología del Hula para recibir una colposcopia y una biopsia, si fuera preciso. Si el test del VPH resulta negativo, la mujer no tendrá que repetirlo hasta pasados cinco años.
Paz-Ares destacó la implicación de la gerencia del área lucense, los profesionales de Primaria y de los servicios de Microbiología, Anatomía Patología y Ginecología del Hula, que participarán en la puesta en marcha del programa de cribado.
