Lis, de nuevo al rescate

Un pastor alemán salva por tercera vez a su dueño, un nonagenario de Monterroso que se desorientó y pasó la noche fuera de su casa
Uno de los momentos del rescate y Lis. EP.
photo_camera Uno de los momentos del rescate y Lis. EP.

Lis, también llamado Luis, es el nombre del pastor alemán que encontró este miércoles a su dueño, Antonio Rodríguez Besteiro -conocido en la zona como O Zapateiro-, tras desorientarse y pasar la noche fuera de su domicilio en la lugar de O Marco, en la parroquia monterrosina de Ligonde. El animal es considerado todo un héroe, ya que se trata de la tercera vez que rescata a su dueño y la alarma inicial queda en un susto.

El vecino monterrosino despareció el lunes en torno a las 19.00 horas de la tarde. Su esposa, Visitación Rodríguez, de 97 años, dio cuenta de su desaparición a la mañana siguiente. La central de emergencias 112 movilizó al GES de Monterroso y a la Guardia Civil, que desplegaron su operativo de búsqueda desde las 10.00 horas.

Transcurridas 17 horas desde que Zapateiro salió de su casa, la hija del matrimonio, que reside en A Coruña, se unió al dispositivo sobre las 12.00 horas de la mañana. Esta llamó al perro y él enseguida asistió al escuchar su voz para guiarla junto a su padre, que se encontraba a un kilómetro del domicilio familiar, donde se había caído el día anterior. Cuando lo encontraron, Zapateiro tenía algunas magulladuras y leves signos de hipotermia, aunque estaba consciente.

Lis no quiso dejar solo a su dueño e intentó subir con él a la ambulancia. Al no poder hacerlo, corrió incluso detrás del vehículo

Las patrullas llamaron al 061 para trasladar a este vecino en ambulancia a un centro sanitario. Lis no quiso dejar solo a su dueño en nigún momento. Tanto es así que el perro intentó meterse en el vehículo para acompañar a Zapateiro. Ante las negativas, el animal no se dio por vencido y llegó a correr incluso detrás del coche a una gran velocidad.

Esta es la tercera vez en tres años en la que el perro familiar encuentra a su dueño en unas circunstancias similares. En este caso, el pastor alemán permaneció fielmente acostado al lado de su compañero toda la noche hasta conseguir guiar a su familia y a las autoridades hasta su paradero, dos horas después de que el equipo de rescate desplegase su investigación por los alrededores de la vivienda del matrimonio.

En anteriores ocasiones, el perro llevó a cabo el mismo modus operandi, esperando oír una voz amiga para proteger al nonagenario, por lo que la hija de Antonio no dudó en repetir el procedimiento.

Cuando era cachorro, Lis vivía en la nave en la que trabajaba el hijo de los nonagenarios, pero al no poder atenderlo se lo dio a sus padres. El can llegó a la casa como un regalo y ahora es considerado uno más de la familia, hasta convertirse en su leal salvador.

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