La autovía se deshace en Lugo


Desde que entra en Galicia por Pedrafita, hasta el límite con el municipio coruñés de Aranga, la Autovía del Noroeste recorre un total de 109 kilómetros por la provincia de Lugo. En este recorrido se concentran los tramos más deteriorados y peor conservados de los casi 600 kilómetros totales con los que cuenta esta infraestructura

Baches en la A-6 entre O Ceao y Rábade. J. VÁZQUEZ
photo_camera Baches en la A-6 entre O Ceao y Rábade. J. VÁZQUEZ

RDe pedrafita a Guitirizaecorrer los casi 600 kilómetros que conforman la Autovía del Noroeste desde la capital de España hasta llegar a A Coruña resulta suficiente para evidenciar el maltrato que sufre la provincia de Lugo en materia de infraestructuras. Desde que entra en la comunidad de Galicia por Pedrafita do Cebreiro hasta el límite con el municipio coruñés de Aranga, los 109 kilómetros que atraviesan la provincia de Lugo son los más deteriorados y peor conservados de toda la A-6, con puntos especialmente críticos que llegan a comprometer tanto la seguridad de los usuarios como la integridad mecánica de los vehículos.

Cuando aún no se han cumplido dos décadas de la entrada en servicio de los últimos tramos lucenses de la A-6 -precisamente los que tuvieron una ejecución más tardía y los que acumularon un mayor retraso a la hora de abrirse al tráfico- son estos los que en la actualidad presentan un peor estado de conservación. Los mayores problemas se concentran en los tramos que atraviesan los municipios de Baralla, Becerreá, As Nogais y Pedrafita.

En sentido Madrid, las deficiencias más grandes afectan al tramo comprendido entre el kilómetro 461 -salida Neira de Rei, Baralla- y el 451, en Becerreá. Buena parte de ese recorrido se realiza en subida sobre una calzada de tres carriles, aunque el derecho está prácticamente destrozado, por lo que son muchos los conductores que optan por ocupar el central. El mal estado de la calzada en este punto incide también en la seguridad vial de este tramo. «Hai casos nos que fochancas e badéns comprometen a estabilidade do vehículo e obrigan os conductores a facer manobras de esquiva. O risco é maior cando nese momento os está adiantando outro coche, chegándose a producir situacións que xa acabaron en máis dun accidente», explican responsables del GES de Becerreá.

El nulo mantenimiento de las juntas de dilatación es otro de los problemas que más sufren los conductores. Su mal estado de conservación hace que con cierta frecuencia salten las gomas, lo que provoca que los turismos lleguen a salir despedidos unos metros y en otros casos que provoquen reventones en los neumáticos.

El accidente que en mayo de 2017 le costó la vida de una joven de 23 años se achacó en gran medida al estado de la vía, lo que pudo provocar que el coche en el que circulaba la mujer se saliese de la calzada, con la mala fortuna de que la bionda que debía amortiguar el golpe, en lugar de absorberlo, acabó partiendo y entrando como una cuchilla en el habitáculo.

Desde el GES de Becerreá también recuerdan otros accidentes, como el de un coche que se cambió de carril para esquivar un bache y chocó contra el que lo estaba adelantando en ese momento, acabando volcado en la mediana.

Los problemas que afectan a la circulación en esta zona se reproducen también en la calzada de dirección a A Coruña. El tramo derecho también está impracticable en algunos puntos, lo que provoca numerosos problemas a los conductores, por lo que hay algunos que reconocen que, a pesar de estar prohibido, prefieren circular por el carril izquierdo, que arriesgarse a sufrir una avería.

El mal drenaje del asfalto en este tramo también centra buena parte de las quejas de los conductores, ya que la estela de agua que dejan los vehículos a su paso dificulta la circulación en días de lluvia.

En la zona entre Baralla y el polígono de O Ceao, la situación mejora sensiblemente, aunque de vez en cuando el conductor se puede llevar más de un sobresalto al sentir que se acaba de «tragar» un bache. La falta de mantenimiento en este tramo se percibe al observar la valla que rodea la autovía y que debe evitar que animales invadan la calzada. En algunos puntos la reja metálica está rota o los postes que la sujetan caídos, por lo que su eficacia en esos puntos es nula.

Con una circulación diaria de unos 23.000 vehículos, el desgaste de la calzada en el tramo entre el polígono de O Ceao (salida 500) y Rábade (la 510) es evidente. Los mayores baches los padecen en esta ocasión los conductores que viajan en dirección a A Coruña, aunque también los hay en sentido opuesto.

El viaje sigue hasta el límite provincial. En el kilómetro 522, en donde se unen los vehículos que circulan por la A-8 también existe un profundo bache en el carril de aceleración con dirección a A Coruña y lo mismo les sucede a los vehículos que viajan hacia Madrid y que sufren los baches que existen en el carril de aceleración del área de servicio de Guitiriz.

El Ministerio de Fomento destacó, por su parte, los 2,69 millones invertidos en el periodo 2015-2017 en el tramo de la A-6 entre Pedrafita y Villafranca del Bierzo. También anunció que el pasado año inició la redacción del proyecto de rehabilitación del firme de la A-6 en la provincia.

Comentarios